—¿Por qué estaba corriendo? —Neveah no estaba completamente segura. No podía decir si realmente estaba tan aterrorizada de ser atrapada de vuelta en Guardián del Dragón o si estaba más horrorizada por su propia falta de control.
Al llegar a la comodidad del bosque y lejos de los cientos de ojos que la observaban, Neveah volvió a su forma humana, agradecida de haber aprendido a no destrozar su ropa durante su transformación.
—¡Maldición! —siseó Neveah, pasando una mano por su cabello.
De una manera u otra, Neveah sabía que tendría que alejarse de la familia de Lydia, solo que no esperaba hacer de ello un espectáculo tan grande.
La raza de los hombres lobo nunca fue conquistada por los dragones, Neveah sabía que la visión de un hombre lobo en la fortaleza Asvariana podría considerarse poco común.