—Nunca supe que las Familias Shangguan y Nan tuvieran una relación tan buena —Nan Luo apretó los dientes cuando vio el contenido.
Xiao Yun ya estaba al borde del llanto. Si tenía que ser honesta, desde que llegaron a la Residencia de la Familia Shangguan, ya quería llorar mucho. Sin embargo, no podía dejar ver sus verdaderos sentimientos, así que trató de contenerse.
La tira de bambú mostraba que le daban dos opciones.
Una, traicionar a su Señorita para que sus padres pudieran vivir.
Dos, no seguir la instrucción y sus padres serían asesinados.
Nan Hua frunció ligeramente el ceño y se giró para mirar a Feng Ao Kuai.
—Diles que se apuren.
—Sí.
Con dos vidas en juego ahora, sabían que no podían demorarse más. Nan Luo miraba a Xiao Yun, dándose cuenta finalmente de por qué esta sirvienta estaba tan nerviosa hoy y hasta quería llorar muchas veces.
—¿Qué instrucciones específicas le dieron que hiciera? —Feng Ao Si estaba confundido cuando vio las palabras en las tiras de bambú.