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Keira se detuvo ligeramente al escuchar esas palabras.
—Ya tenías una respuesta en mente, ¿verdad? Solo que aún no estás segura. Fuiste a ver a Vera hoy para sacar esa respuesta, ¿cierto? —dijo Lewis.
Keira no pudo evitar suspirar al oír esto.
—¿Cómo puedes ser tan inteligente? ¡Aún no he dicho nada, y ya lo has adivinado todo!
—En realidad, no es difícil de adivinar. Esa persona debe tener una conexión significativa con la familia Martin. Hay solo unas pocas personas que podrían conocer la contraseña del viejo Sr. Martin —dijo Lewis.
Keira asintió, y bajó la mirada con un toque de melancolía.
Ella y Lewis bajaron las escaleras, y justo cuando llegaron a la mesa del comedor, vieron a Charles desayunando. Al verla, Charles inmediatamente saludó y dijo:
—Keira, el Tío Olsen está bien ahora, y tengo que ir a la escuela. No te preocupes por él. Acabo de ver al Tío Olsen, y el doctor dijo que está durmiendo profundamente.
Keira asintió.