Chapitre 297: Asociación

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Ellis entró en el estudio, empujó la puerta y llamó—. Tío...

En su lugar, se encontró con el chasquido de la asistente de Tío Olsen.

Ellis se sorprendió un poco, siguiendo la línea de visión de la asistente, entonces vio a Tío Olsen acostado en el sofá, dormido.

Había pasado un mes desde la última vez que se vieron, y Tío Olsen había perdido peso. Sus mejillas estaban hundidas, y sus ojos cerrados traicionaban un intenso cansancio.

Su barbilla estaba cubierta de barba, y su rostro estaba sucio; aparentemente, no había habido tiempo para limpiarse...

Ellis preguntó en voz baja—. ¿Por qué está tan cansado?