Chapitre 37: Nuevas Habilidades

El trío se paró espalda con espalda, a la defensiva, ojos mirando cautelosamente a las nuevas criaturas que aparecieron.

No era un solo grupo esta vez. Un grupo estaba compuesto de unos 7 animales, eran tan grandes como un oso pero con la cabeza de un león de nariz larga.

El otro grupo era aún mayor en número, unos 15 o más, y parecían ratas gigantes verdes con colas cortas.

—No sabía que tu cocina sería tan popular con los monstruos —murmuró Altea y Sheila tragó nerviosa.

—Yo... realmente no quería...

De hecho, compartirían la comida gustosamente si eso significaba que no tenían que luchar.

Sheila incluso se sentiría un poco como una princesa que hizo amistad con los animales, soñando momentáneamente con domesticar animales con su comida.

Es solo que los monstruos aquí parecían ser sanguinarios por naturaleza y aunque estuvieran atraídos por la sopa, sus ojos llenos de agresividad y hambre estaban dirigidos hacia ellos.

Además, su sopa realmente no era nada especial.