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Punto de vista de Yarin:
La última vez que el sacerdote recibió un decreto de la diosa fue hace diez años. En aquel entonces, Azazel había usado el poder de la Familia Evaria para invadir sus tierras.
No obstante, desde entonces, la diosa comenzó a no decir nada. Históricamente, a las sacerdotisas que no recibían el oráculo de la diosa usualmente se les expulsaba porque habían hecho algo malo que enojó a la diosa.
Sin embargo, aunque la actual sacerdotisa no tenía faltas, todavía se la consideraba concienzuda. Había permanecido en el cargo de sacerdotisa durante tantos años, lo que significaba que había obtenido el reconocimiento de la diosa y no podía ser rechazada.