"Maya tarareó satisfecha al ver el cabello de Talia, que estaba dividida en dos trenzas.
—Todo terminado —anunció Maya.
Talia tocó la trenza que caía sobre su hombro izquierdo. —Gracias, esto es maravilloso.
—No hay de qué —respondió Maya y se acercó un poco más—. Tienes unos ojos hermosos. ¿Me dejarías ponerte un poco de maquillaje?
Talia parpadeó, insegura de cómo responder al cumplido o a la oferta de maquillaje.
Al ver que Talia estaba turbada, Maya le dio una palmadita en el hombro. —Probaremos el maquillaje la próxima vez. Debemos irnos ahora.
Maya le dijo a Damon a través del enlace mental que estaban listas para irse, y él tardó un minuto en llegar a la habitación del hotel.
Damon se quedó congelado en la puerta mirando a Talia, quien estaba recogiendo frutas, quesos y barritas de granola de los carros de comida, envolviéndolos en servilletas y organizándolos en una bolsa de papel que Maya le dio.
Finalmente, Talia notó a Damon y se detuvo.