(Desde la perspectiva de Azul)
La duquesa habló mucho. Por lo tanto, el desayuno fue muy animado. Vi al duque mirando a la duquesa muchas veces. No había ninguna duda de que la amaba mucho.
—En realidad, Su Majestad y yo somos parientes —dijo—. Mi padre es el primo del abuelo de Su Majestad. De esa manera, creo que soy la tía de Su Majestad, aunque no quiero ser llamada así.
—Yo tampoco llamaría así a la duquesa —gruñó Dem—.
—Jaja, lo sé —se rió—. Estaba muy emocionada cuando supe que Su Majestad vendría aquí hoy. Tenía la sensación de que Su Majestad no conocía nuestra historia familiar correctamente. Así que, quería compartir este hecho con Su Majestad.
—Eso es bueno. Oí que la duquesa y mi marido son parientes, pero no conocía el detalle —dije—.
—También quiero enseñarle muchas cosas a Su Majestad. Hay muchas cosas de las que hablar entre mujeres. Espero que Su Majestad me conceda algo de su tiempo.