(Desde la perspectiva de Azul)
—Vamos a dormir entonces. También planeo dormir ya que no te encuentras bien. Si no fuera por eso, habría ido directamente a nuestra rutina nocturna —dijo.
—... Deja de ser descarado por un momento —murmuré. No tenía sentido decirle eso, pues volvería a ser indecente tanto con sus palabras como con sus acciones.
—Como dice mi esposa —soltó una risita.
Fue diferente dormir a su lado que dormir solo. Había el calor de otra persona que nunca antes había tenido. Y él siempre me sostenía mientras dormía. Por alguna razón, eso aceleraba mi corazón. Quizás esto era algo normal para las parejas, pero no podía evitar sentirme especial.
Siempre tuvo la habilidad de hacerme sentir especial y perfecta, incluso cuando sabía que era imposible.