"Nikolai no pudo evitar quedarse mirando cómo su mano se entrelazaba con la de Mineah. Su esposa estaba claramente decidida a hacerlo enamorarse de ella.
Inconscientemente sonrió ante sus pequeñas travesuras.
—¿No estás aprovechándote demasiado de mí ahora? —susurró juguetonamente en su oído.
Olía tan bien que honestamente quería enterrar su nariz en el hueco de su cuello. Su cuello desnudo y su pecho superior también eran tan atractivos y difíciles de ignorar mientras ella se restregaba en su lado.
Una vez más, otra maldición escapó silenciosamente bajo su aliento. Parecía que Mineah estaba despertando algo en él que nunca pensó que poseía. Se estaba volviendo mezquino cuando se trataba de sus necesidades, e incluso se preocupaba por las cosas más simples que antes no habría hecho.
—No te estoy deteniendo para que hagas lo mismo, mi Rey —tarareó Mineah juguetonamente mientras continuaba regalando su radiante sonrisa a su gente—. Puedes aprovecharte de mí tanto como quieras...