—Cheyenne, Lucas, ¡buenos días! —Charlotte bostezó y los saludó a ambos.
—Cheyenne la miró preocupada y preguntó:
— ¡Charlotte, debiste llegar a casa muy tarde anoche, verdad? Vi las noticias sobre todo lo que pasó en la oficina ayer. ¿Fue difícil de manejar?
—Charlotte sonrió:
— Cheyenne, no te preocupes por eso. ¡Lucas me ha dado una rara oportunidad y definitivamente podré manejarla bien! ¡Solo tienes que estar segura! Hablando de eso, ustedes dos son realmente buenos ocultando cosas. ¡Ni siquiera me dijeron nada! Estuve tan sorprendida cuando vi a Lucas en la oficina ayer y descubrí que él es el presidente de nuestra compañía!
—Cheyenne miró a Lucas a su lado y dijo avergonzada:
— Charlotte, no es conveniente que muchas personas sepan sobre la identidad de Lucas, así que… yo…