PUNTO DE VISTA DE ARIANNE
—¿Has conseguido todo lo que necesitas? —Ivan me preguntó por vigésima vez esa tarde.
Le sonreí con ironía. Ir a las frías montañas es más como ser desterrado. Es como si estuvieras tomando un descanso de tus deberes reales. Ya no eres de estatus real. Simplemente eres igual que cualquier otra persona promedio. Ir a las montañas frías es también una especie de castigo, no llevas nada porque no lo necesitarías. Durante toda tu estancia, estás vestido con nada más que ropa de lino, te quedas en la fría habitación sin mantas, y duermes en una cama de bambú. La comida no es más que verduras y solo agua, una comida al día, y no existe algo como un baño caliente.
—Ahora es invierno lo que significa que será aún más duro en esta temporada. —Las pulseras en mis muñecas ya no me hacían tan fuerte como solía ser antes. —Era una de las muchas razones por las que mi esposo y mis amigos estaban preocupados por el hecho de que fuera a un lugar así.