Para su propia seguridad, el autor aceptó una entrevista de un reportero famoso y no se reunió con demasiadas otras personas.
Durante la entrevista, tenía la cabeza baja, pero logró explicar todo el incidente en detalle, incluyendo el momento en el que primero recibió una llamada telefónica del instigador.
—De hecho, alguien me instruyó, pero nunca vi quién era, ni se me informó de su identidad. Todo lo que sé es que ella también es una autora y forma parte de la industria del entretenimiento —explicó.
—Es joven; aproximadamente de 22 a 23 años y es muy cautelosa con lo que dice —dijo.
—Su motivo final era evitar que la película de Lila fuera proyectada.
—Investigué su número de teléfono y dirección IP, pero todo lo que descubrí es que ella está en algún lugar cerca de la universidad nacional. No pude encontrar nada más —admitió.