"La recepción de la boda continuó hasta las 11 p.m. Cuando Lila ayudó a Mason, que estaba borracho, a regresar a su habitación, él simplemente cerró sus ojos y no dijo nada. Por supuesto, su rostro tampoco se puso rojo ni hizo nada típico de una persona borracha. Era exactamente como Lila supuso que sería. No importaba cuán borracho estuviera Mason, parecía que nunca haría algo fuera de lo común.
Lila colocó a Mason en la cama y se volteó para llenar la bañera para él, pero Mason de repente la agarró del brazo y la atrajo hacia él.
—Hueles a alcohol. Ve a bañarte primero —dijo Mason.
Mason abrió lentamente los ojos y miró fijamente a los de Lila—. ¿No dijiste que querías verme borracho?
—¿Cómo puedes estar borracho? —golpeó juguetonamente a Lila en el pecho—. Realmente quiero saber cómo puedes tolerar tanto el alcohol. Todos fueron derrotados por ti.
—No me puedo emborrachar —respondió Mason en un tono serio.