—Petra, ¿de qué tonterías estás hablando? Yo causé esto, entonces, ¿cómo puede no tener nada que ver conmigo? —preguntó Tiffany con enojo al escuchar las palabras de Petra.
—Cariño, ¿no has entendido la situación actual? Ese hombre calvo es el primo del Señor Walters, y el Señor Jackel también está aquí hoy. Si defiendes a esta gente ahora, te estás oponiendo al Señor Walters y al Señor Jackel. ¿Sabes qué pasará si ofendes a estas dos personas? —dijo Petra rápidamente.
—Pero no puedo quedarme de brazos cruzados y verlos morir. Este incidente de hoy fue causado por mí. A lo mucho, les pediré disculpas. Creo que serán comprensivos por mi bien... —respondió apresuradamente Tiffany.
—Cariño, ¿puedes no meterte donde no te llaman? Estas personas se lo buscaron ellas mismas. ¡No podemos darnos el lujo de ofender a alguien como el Señor Walters! —Petra agarró a Tiffany y gritó desesperadamente.
—¿El Señor Walters?