—¿Cómo es que te lesionas tan a menudo? —preguntó Penny, frunció el ceño porque Jace estaba siendo imprudente otra vez en la caza de monstruos.
—No soy imprudente, llevé a un grupo de jóvenes guerreros que nunca antes habían estado en una caza de monstruos —respondió Jace, se dobló la manga y le mostró a Penny la herida en su brazo. Había un monstruo que tenía veneno en sus colmillos y su capacidad de sanación no era suficiente para curar la herida rápidamente.
Si la dejaba así, la herida se infectaría y él estaría en mucho dolor durante los siguientes días hasta que sanara, así que la manera más rápida era que Penny se encargara de ella.
—Deberían asignar más guerreros completamente entrenados para acompañarte —dijo Penny con un suspiro al ver la herida.
—Todos estaban ocupados. Tenemos nuestras propias misiones, ya sabes.