Sunny suspiró profundamente, luego estudió sutilmente el mundo a través de sus sombras. No había peligro alrededor de ellos. Todo parecía estar bien.
Eso sí, su intuición le estaba diciendo... algo. No era exactamente como si sonara una alarma, pero había una sensación inquietante en el fondo de su mente.
Se levantó y estudió el Gran Río con sus propios dos ojos.
Después de unos momentos, Sunny preguntó:
—¿Qué es? No veo nada.
Cassie no se movió, su ceño se frunció todavía más. Las olas susurraban mientras rozaban el casco del barco. Las velas ondeaban al viento.
Alzando una mano, se tocó brevemente la mejilla, luego dijo sombríamente:
—Me siento... extraña. Como si estuviera borracha.
Sunny la miró sin palabras.
—¿Eh?
La chica ciega hizo una mueca.
—Es como si viera doble. Solo que, claro, no es mi vista la que está borrosa. Más bien es mi Habilidad de Aspecto. La que me permite sentir lo que sucederá unos segundos en el futuro.