Acercarse al puerto resultó ser complicado. Había demasiadas personas y demasiados vehículos yendo en la misma dirección; en algún momento, avanzar se volvió simplemente imposible. La carretera estaba completamente atascada, lo cual era una escena realmente extraña. De vuelta en NQSC, los PTV eran algo poco común, pero Falcon Scott estaba lleno de transportes militares de todo tipo.
Entendiendo que su vehículo estaba realmente atascado, Sunny frunció el ceño y les dijo a todos que se bajaran. Mientras lo hacían, una letanía de sonidos asaltó sus oídos: el zumbido retumbante de los motores, el chillido penetrante de las bocinas eléctricas, los gritos ansiosos de innumerables personas... todo ello se fusionó en una nube cacofónica de ruido.