Ella no necesitaba preocuparse por su reputación frente a él. De todos modos, Finn ya había visto el lado más estúpido de ella, así que nada podría ser peor.
En ese momento, se obligó a sí misma a sonreír y mostrarse despreocupada al respecto. —¿Estás patrullando las salas?—dijo.
Finn asintió.
Por un segundo, su mirada pareció aterrizar en sus ojos llorosos, pero también parecía una ilusión.
Monica no notó nada, así que avanzó y abrió la puerta para Finn cortésmente.
Finn no supo cuándo comenzó, pero Monica había comenzado a tratarlo con precaución y hasta le mostraba un respeto excesivo.
Finn entró directamente en la sala sin ninguna expresión en su rostro.
Al ver que Finn había entrado en la habitación, Monica cerró lentamente la puerta. Su madre tenía el sueño ligero, y le daba miedo despertarla.
Entonces, Finn realizó una revisión rutinaria en Gary. Después de confirmar que todo era normal, se dio la vuelta y se fue.