Las palabras de Jonathan resonaron en la habitación.
Por un momento, Alejandro pensó que había escuchado mal.
Miró a Jonathan, incapaz de reaccionar a tiempo.
En ese momento, Joshua estaba aún más agitado.
Gritó a Jonathan —¡¿Por qué se le debe permitir trabajar en la empresa?! ¿Qué calificaciones tiene?!
Para Joshua, la única persona que tenía calificación para trabajar en Lawrence Empresa era él.
—¡¿Qué calificaciones tienes tú?! —El rostro de Jonathan se oscureció.
—Soy el primer nieto del primer hijo, ¡y solo un hombre está calificado! —Joshua dijo con total convicción.
Jeanne sonrió de repente.
La preferencia de los Lawrences por los hijos sobre las hijas estaba profundamente arraigada en sus corazones de generación en generación.
—Me temo que tienes un malentendido sobre ser el primer nieto del primer hijo —dijo Jeanne con cierto sarcasmo.