Jasper llegó a la entrada de su villa, su mente agitada por la anticipación. Había pasado todo el día pensando en cómo daría la noticia a Ella, y estaba ansioso por contárselo finalmente. Su mente estaba llena de emoción, deseoso de compartir las buenas noticias con Ella. Al mismo tiempo, estaba un poco preocupado por cómo estaría el ánimo de Ella.
¿Seguiría hablando de lo mismo que en la mañana? —se preguntó Jasper—. ¿Diría que lo iba a dejar?
Jasper estacionó el coche, su mirada se detuvo en la villa frente a él. Incluso si Ella insistía en distanciarse de él, no se rendiría con ella. Al salir del coche, respiró hondo e intentó calmarse. No quería parecer demasiado emocionado o nervioso; solo quería compartir las emocionantes noticias con ella.