"Abigail se quedó mirando a Anastasia, quien estaba de pie junto a Cristóbal. La cruel realidad del asesinato de Alison irrumpió en su mente.
El estómago de Abigail se apretó. Su mente, aún agitada por los efectos de su reciente enfermedad, estaba ahora enredada en una maraña de emociones complejas. Culpa, vergüenza y un sentido de vulnerabilidad se mezclaron, dejándola sintiéndose expuesta e incierta.
Deseaba poder huir y esconderse en algún lugar. Frente al serio comportamiento de Anastaisa, Abigail sentía como si estuviera frente a Alison, quien parecía acusarla de robarle su corazón.
Anastasia se acercó a la cama y se sentó junto a Abigail, su mirada fija en su rostro. —Hola, Abigail —dijo suavemente—. ¿Cómo te sientes? ¿Todavía experimentas mareos?
Abigail asintió aturdida, sus ojos se movieron hacia Cristóbal. Miró a Cristóbal, esperando que explicara por qué Anastasia estaba allí.