—Realmente no tenías que venir, mamá. Adolf podría haber hecho esto —dijo Tom mientras se levantaba de su asiento cuando su madre entró en su oficina cargando una maleta.
—Quería ver qué has hecho con el lugar. Además, Janet, Jamal y Candace querían echar un vistazo por el lugar —dijo Evelyn con una brillante sonrisa.
Algo en sus ojos puso a Tom en guardia. Había una especie de mirada complaciente y sabia en sus ojos que él no podía identificar su origen.
—¿Todos vinieron juntos? —Tom preguntó sorprendido, y Evelyn asintió mientras miraba alrededor de la oficina.
—Sí. Están ocupados mirando a su alrededor. No te preocupes. No estaremos aquí por mucho tiempo. Vamos a ir a casa de Harry para ver a su padre después de salir de aquí —Evelyn le aseguró mientras él tomaba la maleta de ella.
—Gracias —dijo mientras la colocaba en la mesa para verificar si ella había incluido todo lo que necesitaba.