Jade había estado en camino a visitar el hogar de huérfanos que Amos le había contado cuando recibió la noticia de la muerte de Jero, así que primero se apresuró a llegar al hospital.
—¿Cómo te sientes? —Jade preguntó después de regresar del consultorio del médico para encontrarse con Candace.
—Agotada —confesó Candace mientras la abrazaba y se aferraba a ella.
Toda la lucha la había dejado en el momento en que el médico declaró muerto a Jero. Aunque todavía tenía mucha ira y resentimiento en ella, ¿cuál era el punto de estar amargada con un hombre muerto?
—¿Por qué no te llevo de vuelta al hotel y luego hago algunas llamadas para discutir qué se hará con el cuerpo? —Jade preguntó, y Candace asintió.
—Hagamos eso —dijo Candace débilmente mientras la dejaba guiarla fuera del hospital y hacia el estacionamiento.