—Harry levantó la cabeza de los documentos frente a él cuando Tom abrió la puerta de su oficina y entró— ¡Vaya! Qué raro ver a Thomas Hank entrando majestuosamente en mi oficina —dijo Harry, ya que Tom apenas tenía razón para visitar su oficina.
—Ahora eres el CEO, así que no puedo ordenarte cómo antes —dijo Tom con una sonrisa mientras tomaba el asiento frente a Harry.
—¡Oh! Ya había olvidado eso —dijo Harry con una risita, y Tom también se rió.
—Entonces... ¿cómo estás?
—Tu preocupación por mi bienestar hoy es muy... inquietante. ¿Hay algo de lo que quieras hablar conmigo? ¿O quizás me estoy muriendo y aún no lo sé? —Preguntó Harry con curiosidad.
—¿Desde cuándo es un crimen ver cómo está mi mejor amigo y preguntarle cómo está? —Tom preguntó con sequedad, y Harry resopló.