¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer ahora? Bryan tenía que tener una llave de repuesto, ¿verdad? ¡Sí! Definitivamente tenía una llave de repuesto. No había nada de qué preocuparse. Después de todo, fue un accidente. No era como si hubiera decidido a propósito tirar la llave por el inodoro. Teniendo en cuenta estos pensamientos, Sonia procedió a ducharse y, una vez que terminó, se puso su sensual ropa de dormir antes de unirse a Bryan en el dormitorio.
Bryan levantó la mirada de su teléfono y la miró cuando entró. Era innegable que esta loca bruja de ojos verdes era sexy como el demonio. Mantener sus manos a raya durante los próximos meses sería un problema importante.