La mañana en la Academia de Magia de Arkadia era fresca y brillante. El aire estaba lleno de la anticipación de los estudiantes de la Clase F, quienes se reunieron en el campo de entrenamiento, emocionados por la nueva técnica de entrenamiento que Johnathan les presentaría. Sus rostros resplandecían con determinación y curiosidad.
Johnathan, erguido con la confianza y sabiduría de un mentor experimentado, explicó la esencia de la técnica de transformación del Qi. Los estudiantes, ansiosos por descubrir esta nueva dimensión de su Qi, escucharon atentamente mientras Johnathan describía cómo podían manipular y transformar su Qi, similar a cómo los elementos pueden cambiar de estado.
Con los ojos cerrados y una concentración profunda, los estudiantes comenzaron a experimentar. Arnold Ashford, con su alta estatura y delgado perfil, fue el primero en manifestar una chispa de energía, una indicación clara de su Qi cambiando de estado. Un aplauso estalló entre los estudiantes, motivándolos a seguir probando.
Freya Valeria, con sus ojos azul zafiro y cabello rubio, transformó con éxito su Qi en una brisa ligera, haciendo que sus cabellos flotasen alrededor de su rostro. Su logro provocó una oleada de emoción entre los estudiantes, estimulando su determinación para probar aún más.
Liam Steelheart, con su gran estructura y ojos grises, generó una pequeña cantidad de agua con su Qi, demostrando que incluso alguien con una personalidad tan fuerte como la suya podía controlar un elemento tan flexible. Su éxito fue recibido con un asombro reverente.
Giselle Greenwood, con sus ojos verdes y cabello cobrizo, creó pequeñas llamas danzantes, brillando en su mano. La llama, aunque efímera, representó una importante victoria para Giselle y un gran paso adelante para la Clase F.
Otros estudiantes como Ethan Stormcliff, Isabella Whitethorn, Darius Blackwater y Luna Moonshadow también lograron manifestaciones impresionantes de su Qi transformado, cada uno de acuerdo con su individualidad y naturaleza inherente.
Después de horas de esfuerzo y persistencia, la Clase F había logrado avances significativos. Johnathan, con una sonrisa de orgullo y satisfacción en su rostro, felicitó a sus estudiantes por sus logros. Observar su crecimiento y progreso fue, sin duda, un testimonio de su valentía y dedicación.
Al final de la sesión de entrenamiento, la Clase F, inspirada por su progreso, decidió retar a la Clase B a un duelo de magia en dos meses. Johnathan, aunque sorprendido, aprobó el desafío, impresionado por la confianza y el coraje de sus estudiantes.
Liam Steelheart se adelantó para hacer el anuncio. Con voz firme y segura, desafió a la Clase B en nombre de su clase. El patio de la academia resonó con su desafío, sorprendiendo a todos los presentes. La Clase B, que se consideraba superior, recibió el desafío con incredulidad pero lo aceptó, prometiendo hacerles conocer su lugar cuando llegara el momento.
Y así, la Clase F comenzó a prepararse para el desafío que tenían por delante, entrenando con la resolución de transformar no solo su Qi, sino también sus propias vidas. El camino por recorrer estaba lleno de desafíos, pero con Johnathan como guía y su determinación como su fuerza impulsora, estaban listos para enfrentarlo.