—Por último, pero no por ello menos importante, al derribar las matrices, la Marea del Destino las ha reiniciado. En el momento en que regrese la energía del mundo, el sistema defensivo volverá a su máxima potencia y todo nuestro trabajo habrá sido en vano. —Phloria se estrujó el cerebro en busca de una solución, pero en vano.
Arrastrar físicamente a una criatura del tamaño de Fenrir era imposible. En cuanto a la magia, cualquier hechizo que no matara a Xoola en el acto podría hacer que liberara la energía almacenada por su habilidad de linaje.
Perder la ciudad sería un gran problema para el Reino. Perder la ciudad, dos regimientos, un batallón de magos, y todo el Cuerpo Despertado sería un desastre.
—Tengo un plan. —Dijo Lith mientras le entregaba su arma raíl, Trueno Estrellado, a Phloria. —La Magia Espiritual no es lo único que podemos utilizar. También tenemos la Magia de la Espada.