—Depende. ¿Vas a unirte a mi nido? —Ella respondió.
—No. —Dijeron al unísono.
—Entonces solo puedo aconsejarte que hagas las cosas paso a paso y corrijas tus errores uno a la vez. No soy una trabajadora voluntaria y mi tiempo es precioso. —La sonrisa de Salaark se convirtió en una pequeña sonrisa mientras se daba la vuelta y se iba.
'Pronto.' —Ella pensó.
***
Reino del Grifo, Región de Orthan, ciudad de Hunc.
El fallido intento de asesinar a Zinya había traído terribles consecuencias para el negocio habitualmente próspero del submundo. Los hechizos malditos de Tezka habían hecho más que simplemente matar a la mayoría de los miembros de las unidades de mercenarios, también había expuesto la ubicación de su cuartel general.
Además de eso, Zogar Vastor no era un hombre indulgente. Como El Maestro, había puesto una recompensa en las cabezas de los supervivientes tan grande que no importara adónde fueran, no tenían aliados.