—¿Es permanente? —Tista preguntó rebosante de alegría—. No podía esperar para presentar a Solus a su familia y finalmente poder mostrarle Mogar.
—Lo dudo. —Solus suspiró—. La torre aún es demasiado débil para preservar mi cuerpo. Si no fuera por el Sol Prohibido que constantemente repara los daños en mi esencia mientras también me nutre, la energía se filtraría y volvería a mi estado habitual.
—¿Te apetece contarnos qué pasó dentro de la Antorcha de Luz o quieres que yo lo haga? —Lith dijo después de regresar a su forma humana con la esperanza de darle fuerza—.
Solus respiró hondo y abrió la boca para responder, pero solo salió un hipo. Lágrimas cálidas caían por sus ojos mientras el recuerdo de lo sucedido a Khalia y el destino de la mitad de los hijos de Kolga inundaban su mente.