—Avisaré a Feela. —Scarlett se dio la vuelta para irse, pero Sedra la detuvo.
—Tía Scarlett, por favor, no me abandones aquí.
—Has cavado tu propia tumba, niño, solo puedo esperar que te resulte cómoda. —Dijo ella con un rostro de piedra y una voz plana.
El corazón de Scarlett en realidad dolía ante la idea de su muerte. Sedra era en efecto estúpido, pero todo lo que podía ver al mirarlo era el crío que la seguía a todas partes y creía pasar desapercibido mientras se escondía debajo de su propia melena.
Yet mostrar cualquier preocupación por él solo haría que Xedros aumentara su precio. Sedra intentó hablar de nuevo, pero Scarlett le metió un libro en la boca.
—Esas son las leyes que regulan la relación entre un maestro y su aprendiz. Estúdialas como si tu vida dependiera de ello, porque seguramente lo hace. —dijo Scarlett antes de marcharse definitivamente.
***
Condado de Lustria, la guarida de Faluel.