—No pude, era demasiado aterrador. Incluso después de que se fuera, me llevó horas recuperarme. —dijo Vylna.
Al escuchar eso, Fallmug le dio una bofetada tan fuerte que la mandó golpeada contra la pared más cercana. Su cabeza comenzó a dar vueltas debido a la bofetada y al impacto.
—¡Basta de excusas! Con todo el dinero que gasto en ti, ¿es mucho pedir un poco de lealtad? —La levantó por el cuello de la camisa y le dio otra bofetada. La mejilla de Vylna se puso morada y sus labios comenzaron a sangrar.
—¿Era él más aterrador que yo? —Otra bofetada le hizo llorar.
—¿Qué tal ahora? ¿Todavía tienes miedo de él? —Fallmug la tiró al suelo antes de patearla una y otra vez, hasta que dejó de quejarse.
—Me mato trabajando solo para darles a ustedes parásitos una buena vida, ¿y así me lo retribuyen? ¿Con mentiras y traición? ¿Tienes idea de lo difícil que es ser un empresario exitoso con todos esos extranjeros usando la Puerta para vender sus productos incluso durante el invierno?