—Creo que es mejor si Lith actúa como nuestro explorador junto con Vipli, señor. —Dijo Nhilo.
—¿Por qué me pides permiso, cabo? Tu misión, tus reglas. —Respondió el Sargento.
—¿Cuántos orcos puedes enfrentar a la vez por tu cuenta? —Nhilo le preguntó a Lith.
—Depende. Tres si son tan débiles como los que acabas de matar. Dos en caso contrario.
Escuchar a Lith referirse a los orcos como 'débiles' envió un escalofrío por la columna vertebral de los cadetes. Tepper estaba realmente curioso por ver los cadáveres de aquellos que Lith había matado por sí mismo, pero podía esperar hasta el final de la misión.
—Basándonos en la información que tenemos y la rapidez con la que los orcos nos detectaron, su campamento debería estar cerca. No duden en enfrentar al enemigo, pero no se alejen demasiado de nosotros. Si ven algo sospechoso, su primera prioridad es avisarme. ¿Está claro?