—Si realmente hay un arma capaz de derrotar a un Despertado, debemos llegar a ella primero. Es por eso que le he entregado el control real y el control de una división del ejército real. No podemos permitirnos más fracasos.—
La Reina Sylpha reflexionó sobre esas palabras antes de estar de acuerdo con su marido. Los reales necesitaban todo el poder que pudieran reunir para sobrevivir a la crisis inminente.
***
—¡Mamá, papá! ¡Gracias a los dioses que están aquí!— Phloria los abrazó rápidamente a ambos. Su presencia fue suficiente para mitigar sus miedos.
—Me alegra verte también, mi pequeña Flor.— Jirni devolvió el abrazo, sintiendo que algo era diferente en Phloria.
—No hay un momento que perder. Mamá, esta es la lista de todos aquellos que Lith había marcado como sospechosos.— Le entregó a Jirni una lista de nombres seguida de sus direcciones en la academia. Phloria tampoco había estado ociosa, reuniendo toda la información que pudo mientras esperaba.