Después de terminar su tarea, Scarlett estiró los brazos hacia arriba, soltando un suave gemido mientras aliviaba la rigidez en sus manos.
—¿Ya terminaste? —La voz de Xander la tomó desprevenida, haciéndola sobresaltarse.
Scarlett se levantó de su silla y se volvió para enfrentar a Xander, quien se apoyaba en el marco de la puerta, observándola.
—X-Xander, —Scarlett sonrió y caminó hacia él—. ¿Cuánto tiempo llevas ahí? —Se sumergió entre sus brazos, disfrutando de la cercanía.
Cerró los ojos y disfrutó del calmante y encantador aroma a menta fresca, que le daba una sensación de serenidad.
Estando en los brazos de Xander por unos momentos, Scarlett aflojo lentamente su abrazo, sus ojos se encontraron con los de él. Sin embargo, su corazón dio un vuelco al notar un atisbo de preocupación en sus ojos. Esto le envió una ola de inquietud.