Scarlett fue de inmediato al sótano para encontrarse con Siete, quien la esperaba en el coche estacionado en su lugar habitual. Una mirada curiosa irradiaba de los ojos de Siete mientras ella se sentaba a su lado.
—¿Q-Qué? ¿P-Por qué me miras así? —Scarlett preguntó, confundida por la intensa mirada de Siete. Después de que pasaron unos segundos, no lo escuchó decir nada. —¿Deberíamos irnos ahora? ¡Apresúrate! Ya casi es medianoche —dijo con impaciencia.
Siete no respondió de inmediato. En cambio, negó con la cabeza y puso en marcha lentamente el motor del coche. —¡Maldita sea, Tres! ¿Por qué tardaste 20 minutos en bajar? ¿¡Cómo pudiste hacerme esperar en este lugar!?
Scarlett tragó nerviosamente. Si tan solo no hubiera despertado la lujuria de Xander con sus apasionados besos, quizás ya hubieran llegado a la base subterránea en este momento. Pero terminó haciendo el amor con su esposo y haciendo que Siete la esperara.
¡Dios! —Scarlett siente una mezcla de culpa.