Chloe estaba asombrada por lo incontrolable que se había vuelto su hermana. Sabía que Chelsea la odiaba profundamente, pero nunca había sido tan errática.
Se preguntó si la locura de Chelsea se debía a su nueva cicatriz. Ese tipo de cicatriz horrible debía haber afectado su confianza y estabilidad.
—¡Pero eso aún no es razón para golpear a tu propio hijo! —Chloe desafió su propia teoría en ese momento—. Porque no importa lo horrible que se pusiera su vida, ella nunca golpearía a Mackie. Así que también esperaba que Chelsea al menos mantuviera el mismo terreno moral que ella.
—T—Tranquila, Chelsea. Vas a llamar la atención de la gente —dijo Chloe—. Miró brevemente a su alrededor y agregó: —Todo el mundo nos está mirando ahora mismo.
Chelsea lanzó una mirada de odio a todos los que la rodeaban. Ya fueran hombres, mujeres o niños, todos ellos se sobresaltaron al ver la horrible cicatriz en su mejilla —¿Qué están mirando? ¿Tienen miedo de ver mi cicatriz?