Bob: Incluso si descubriste como sacar un arma no significa que me ganarás.
Bob se puso frenético por alguna razón desconocida. Mientras bloqueaba los ataques entrantes con el escudo también intentaba replicar lo que había hecho con el escudo.
Intenté formar una espada, pero en su lugar salió una barra de metal doblada.
Bob: Parece que eres malo en esto. JAJAJAJA
En la mano vacía de Bob salió otra espada y ahora los golpes se hicieron más difíciles de bloquear. Ya no podía seguir a la defensiva. Por lo que intenté usar una bola de fuego. Pero no funcionó. Al parecer no podía usar las habilidades del sistema en este espacio.
¡Maldición!
Solo quería cortar a esta copia barata mía. Al pensar en él mutilado se empezaron a formar cuchillas de aire que salieron disparadas contra Bob.
Bob sintió el peligro y retrocedió.
Bob: ¿¡Como hiciste eso!?
Mire con detenimiento el brazo amputado de Bob. Al parecer no logro escapar de ese ataque invisible. Bob estaba respirando fuerte mientras estaba en guardia y miraba a todos lados.
Luego de entender lo que sucedió entendí algo.
¡Esta era mi mente!
Dentro de mi mente podía ser invencible. Solo necesitaba concentrarme en lo que quería hacer.
Bob empezó a lucir pálido y transparente. Su brazo amputado había desaparecido por completo y sentía vagamente que mi mente se había hecho más fuerte. Ahora podía pensar con más claridad.
Volví a pensar en una espada y finalmente salió. Debía de imaginar las cosas a detalle y cuidado si quería que apareciera en este espacio.
Leo: ¡Comienza la segunda ronda!
Bob dio unos pasos atrás, asustado de la amenaza que me había vuelto. Imaginé bolas de fuego alrededor mío a lo que el espacio respondió retorciéndose y formándolas. La luz iluminó la oscuridad circundante.
Bob: Podemos hablarlo. ¿Qué tal si tengo el control del cuerpo los fines de semana?
Di un paso adelante haciendo que Bob sintiera pánico y retrocediera aún más.
Bob: ¿Qué tal los domingos? ¡Solo los domingos! ¿Qué dices?
Seguí caminando y Bob continuaba hablando cosas sin sentido.
Leo: No negocio contigo. Este es mi cuerpo y mi mente. ¡Muere!
Las bolas de fuego salieron disparadas de sus lugares. Bob intentó defenderse bloqueando una de las bolas de fuego con la espada, pero las otras le impactaron directamente prendiéndolo en llamas.
Bob: ¡AAARRRRRRRRRRGGGGGGHHHHHHHHH!
Bob: ¡Tú no puedes deshacerte de mí! ¡Soy parte de ti!
Bob se redujo a cenizas y la niebla finalmente se había disipado. Junto con ella una sombra salió volando impactando mi pecho.
Leo: ¡UGH!
Viendo que no había malas intenciones supe inmediatamente quien era.
Leo: Leila no tienes que preocuparte por mí.
Leila estaba llorando en mi pecho. Podía entender sus sentimientos de preocupación y miedo. No sabía que había hecho yo para tener dos mujeres tan hermosas como esposas, pero me gustaba esa sensación.
Acaricié lentamente la espalda de Leila mientras ella terminaba de desahogar sus sentimientos. Cuando finalmente se calmó invoqué un pañuelo en mi mano y sequé sus lágrimas muy suavemente.
Leila: Yo… Yo… Yo estaba…~
Levanté su barbilla con mi mano mientras ella continuaba balbuceando. Simplemente me acerqué a sus labios y los superpuse con los míos. Este beso no era lascivo ni mucho menos erótico. Solo fue un simple y tierno beso que duró poco, pero la carga emocional era muy grande.
Me separé de ella y miré su hermoso rostro mientras mi mano acariciaba su mejilla. Mi mente vagó y nos imagine en una puesta del sol en la playa. Luego de ello el entorno se sacudió y cambió al paisaje de una isla veraniega.
Leo: No llores. Se que te preocupaste mucho por mí.
Leila: Tenía miedo de que estuvieras lastimado~
Conforté a Leila hasta que se calmó por completo. Después de eso empezamos a hablar sobre lo ocurrido con Bob.
Leila: Parece que desarrollaste un alter ego. Al absorber esos recuerdos del hobgoblin absorbiste sus memorias, la esencia de su ser integrándolo a tu esencia. El alter tiene razón, pero no en sus palabras como tal. Solo la frase de soy parte de ti.
Leo: …
Leila: Si absorbes otras almas como lo hiciste con el hobgoblin tendrás otros problemas parecidos. Si lo vas a continuar haciendo debes de disminuir al mínimo la importancia que le das a esa alma.
Leo: No lo voy a hacer. Mis acciones cambiaron y ahora no sé si soy el mismo de siempre. No puedo ver a una mujer sin sentir deseo por ellas. Quiero a Diana, Alejandra, Julia, Claudia y a ti. Quiero que sean mis mujeres. Sin embargo, hay una parte de mí que se niega y solo tiene ojos para ustedes dos. No sé si esas partes en conflictos son mías o de otro.
Leila: Estas experimentando lo que mi maestro llamaba la dualidad del yo. Es algo normal en un devorador de almas. Depende de ti saber quién eres y quien vas a ser~