El repentino sonido de las bengalas de maná siendo lanzadas al cielo resonó en la ciudad. Las personas comunes, al menos las que estaban despiertas a esa hora, vieron este extraño fenómeno. Y a la vez, los Magus que le pondrán fin a esta guerra observaron pensando que esto es el desafío de uno de los Masters, una prueba de que esa persona quiere terminar todo esta noche.
En la residencia Matō, Sakura miro las luces a la lejanía desde la ventana. Su mirada apagada se iluminó un poco y una suave sonrisa se mostró en su pequeño rostro.
"Onii-san vendrá a mi lado… puedo sentirlo"
Dijo mientras sostenía la afilada daga con cariño. Su sonrisa amable repentinamente cambió a una extraña mueca perturbadora.
"Aquí estaré, Onii-san. Te esperare incluso si pasan los años"
-Centro de Fuyuki-
"Haa… ha comenzado. Los Masters enemigos ahora deben estar moviéndose a esa dirección"
Las luces de maná brillantes en el cielo parpadearon mientras caían regresando a la tierra. Al ver esto, Toru decidió que era hora de comenzar a moverse, aunque sea para observar. Esa era la mejor estrategia que tenía en este momento.
"Ahora… mataos los unos a los otros"
Extendió las manos hacia delante y las dagas se materializaron.
"Pues aquel que quede en pie será asesinado por el filo de mis dagas"
El momento de ser más Assassin que nunca se presentó. Con eso, saltó del edificio en el que se encontraba y corrió por los techos de los demás edificios.
Hasta este punto, el maná de Toru en el modo desmaterializado llegó a consumirse igual que cuando está en el modo materializado. Pero a pesar de esto, mantenerse oculto es la mejor opción, por eso, mientras corría su cuerpo fue desapareciendo en la oscuridad hasta que ya no se vio a nadie.
-Zona Oeste de Fuyuki-
El motor de la motocicleta de Artoria rugía con ferocidad mientras avanzaba por la carretera hacia su destino. Su cabello ondeaba con el viento y sus ojos esmeraldas parecían mirar al camino con preocupación.
'Realmente ya no estoy segura de lo que estoy haciendo'
Apretó las manijas del vehículo con fuerza al pensar en eso. Los recuerdos de su reinado atacan su mente con severidad. Los Caballeros de la Mesa Redonda, quienes perdieron su camino junto a su rey, quien murió solo en aquel árbol.
'Mi promesa…'
Su promesa con el Mundo…
A cambio de ofrecer sus servicios como Espíritu Heroico al Mundo, ella quería la posibilidad de redimir todos sus errores. Y esa era la razón del por qué fue invocada en esta guerra. El Mundo le dio la oportunidad de conseguir lo que deseaba, incluso si se convierte en una esclava.
Esa era su promesa, pero…
'Yo…'
La sangre que fluía a su alrededor extendiéndose por el horizonte. Los cadáveres empalados y regados en el suelo, y aquel caballero que se rebeló contra su rey, Sir Mordred…
'Yo… ¿Me estoy arrepintiendo?'
Ella aún quería saber si su deseo era lo correcto. Ella al menos quería saber si ese era su Destino. Pero ahora todo es muy difícil de procesar en su mente. Si regresa al pasado a cambiar todas sus decisiones, ¿que le daba la seguridad de que no cometería los mismos errores?
'Iskandar tal vez tenía razón…'
Ella consideró las palabras del Rey de la Conquista. En eso, una leve sonrisa irónica se mostró en su boca.
'Tal vez Asahi Toru pudo haber sido un mejor rey que yo…'
Recordó lo que Kiritsugu dijo antes: "Él aún está allí afuera" Y eso era extraño. Tal vez porque no le dio mucha importancia al asunto por estar metida en sus propios pensamientos, pero la gente ha estado hablando de un asesino que entra a las penitenciarias de ciudades vecinas a Fuyuki y mata a los reclusos.
"¿Es posible?"
No, para ella no era posible. Vio con sus propios ojos como ese solitario Servant moría. No había forma de que él siga con vida. Entonces, si Kiritsugu no hablaba de Toru, ¿a quien se refería con eso?
Ahora no es momento de pensar en eso. Esta guerra tiene que terminar y tal vez, al final, ella pueda encontrar una respuesta a todas sus preguntas.
Acto seguido, cuando sus pensamientos se apagaron, llegó al lugar donde las bengalas fueron lanzadas. A simple vista todo estaba apagado y vacío, pero ella no le prestó atención a eso, pues presentía que había alguien esperándola allí dentro.
Con el suave roce del viento, bajó del vehículo y su vestimenta cambió.
Su armadura será su cuerpo, su espada su alma, y sus ideales el camino que tendrá que superar.
Así que avanzo sin dudar. Empuñando su espada de viento, se adentro en el estacionamiento subterráneo del lugar. Y aunque la oscuridad por un momento la dejó desconcertada, frunció el ceño y trató de buscar al responsable.
Sin embargo…
"¡Ahhggg!"
El grito de alguien resonó en el lugar vacío. Después de eso, una bala pesada de francotirador pasó al lado del rostro de Artoria, quien a duras penas pudo esquivar.
Debido a la detonación repentina del arma, la chispa que provocó la bala al salir de la boca del francotirador iluminó la escena momentáneamente, mostrando a Berserker delante de Artoria.
Ella enseguida se lanzó a pelear contra el Berserker, mientras este último comenzaba a disparar las balas del francotirador en sucesión.
Artoria, con dificultad, esquivó las balas que detonaron a gran velocidad. Se mantuvo así durante unos breves segundos hasta que estuvo frente a frente contra su contrincante.
Berserker, en respuesta a la aparición de Artoria frente a sus ojos, tomó el francotirador por el cañón e intentó golpear a la chica.
Ella reaccionó con el filo de la espada, cortando el arma al instante y dejando a Berserker sin una fuerza de ataque, o eso fue lo que pensó ella, pues este tipo sacó una ametralladora y disparó a quemarropa.
Ella no podía con tantas balas potenciadas en sucesión, por lo que, esquivando rápido, se puso detrás de uno de los automóviles que estaban allí. Aun así, las balas tenían demasiada potencia debido al Noble Phantasm de Berserker, lo que estaba haciendo que el vehículo retrocediera lentamente. Esto, a la vez, estaba empujando el vehículo junto a Artoria contra la pared. Las potentes balas también comenzaron a atravesar la defensa del vehículo y a lastimar su cuerpo.
Para evitarlo, ella clavó la espada debajo del vehículo haciendo que este se vuelque y comenzó a empujarlo. Con esto, ella comenzó a acortar la distancia mientras las balas seguían pasando por sus costados.
'¡Ahora!'
Estando lo suficientemente cerca, clavó la espada en el auto y tocó el casco de Berserker con el filo metálico. Sin embargo, la armadura del caballero solo recibió un pequeño rasguño.
Después de eso, Artoria no tuvo tiempo para estar confundida por la alta defensa del enemigo, pues este continuó disparando una bala tras bala. Por lo que ella de inmediato cortó el vehículo por la mitad, el cual explotó provocando que las llamas comenzaran a extenderse alrededor por el aceite. Así, entonces, arremetió contra Berserker.
Este mismo nuevamente sacrificó su arma para bloquear el primer ataque, pero al segundo tajo de la espada eso fue diferente.
"¡¿?!"
Artoria estaba muy sorprendida y confundida. Berserker detuvo la espada usando las palmas de las manos en ambas caras del metal de la espada. Eso solo significaba una cosa.
'Él conoce la longitud de Excalibur'
Lo que también le decía que este caballero oscuro frente a sus ojos es alguien que ella conoció en el pasado. Por eso fue que retrocedió al instante y apuntó su espada a la cara del caballero.
'Es posible que yo haya conocido a este caballero en algún momento'
Por eso en ella estaba la duda. ¿Quién es este caballero de armadura oscura?
"Tal vez eres un caballero conocido en el mundo. Por eso te pregunto: Tú, aún sabiendo que soy Artoria Pendragon, Rey de Gran Bretaña, osas atacarme. Al menos muestra tu cara como las reglas de la caballería dictaminan"
A pesar de que ella dijo eso, Berserker solo dejó salir una risa distorsionada y espeluznante. Fue en ese momento que el aura negra que cubría su armadura comenzó a dispararse. Lentamente, el brillo púrpura oscuro de esa armadura hizo que Artoria abriera los ojos confundida.
"¿Que…?"
En la mano izquierda del caballero oscuro se mostró una espada negra, una que Artoria reconoció.
"Arondight…"
Justo después de eso, el casco de Berserker comenzó a romperse debido al pequeño corte que Artoria le hizo antes. El casco se partió a la mitad, como un cascarón, y cayó al suelo.
…
Entonces, allí, frente a sus ojos, quien solía ser su amigo, el primero de los Caballeros de la Mesa Redonda. Aquel que siguió al rey y perdió su camino como caballero.
"Lancelot…"
El hombre de cabello largo y dientes afilados, cubierto por las sombras de su propia locura, después de escuchar su nombre salir de la boca de su rey, dijo:
"Arthur…"
…
"¿Por qué…?"
Se preguntó.
"¿Por qué eres Berserker?"
…
Cuando pensó en eso, recordó cuando buscaba en los libros sobre la historia de Asahi Toru, dándose cuenta que este mismo debió ser invocado bajo la clase Berserker. Entonces entendió que ahora, quien mostró su identidad mientras los mecanismos contra incendios comenzaban a apagar las llamas con una suave lluvia, era un héroe que perdió su camino.
Con la voz rasposa de ese hombre, las palabras de Iskandar cobraron sentido finalmente y la respuesta a una de sus preguntas se mostró.
Ella pudo haber salvado a su nación, pero nunca la dirigió. Sus ideales solo eran de ella y de nadie más, es por eso que nadie nunca la entendió y todos la cuestionaban. Ninguno de sus súbitos la entendían y ella nunca los entendió a ellos. El hombre que en este momento está frente a sus ojos es la prueba viva de ello. La imagen de este hombre corrompido por la locura.
"Yo… yo…"
"¡¡Arthur!!"
Finalmente, sin poder soportar el instinto asesino que ha explotado en su interior, Lancelot se lanzó hacia Artoria empuñando la espada.
Ella no supo qué hacer. Retrocedió mientras miraba la cara de Lancelot.
"¿... Yo te hice esto…?"
El Rey de los Caballeros y su amigo más cercano, Lancelot. Los recuerdos de los Caballeros reunidos en esa Mesa, dónde finalmente se dió comienzo a la leyenda de la caballería de Camelot. Los caballeros que cruzaron sus armas legendarias y se miraron entre sí, y como el recuerdo de eso rápidamente cambió por el caos de la rebelión de uno de esos Caballeros.
"Yo… yo…"
Sus decisiones fueron lo que llevó a todo esto. Su deseo arreglaría eso, ahora más que nunca ella quería arreglar todo, pero…
Ella tenía miedo.
Se le entregó la responsabilidad de una nación a una niña soñadora. Una niña que se obligó a sí misma a abandonar cualquier índice de emociones, pues a sus ojos un rey debía ser alguien perfecto, sin debilidades, pues esas debilidades eran sus propias emociones.
"¡Arthur! ¡Arthur! ¡¡¡¡Arthur!!!!"
Lancelot continuó atacando mientras su ira aumentaba. Desesperado, con ataques erráticos, muy diferente a su estilo de pelea antiguo.
'Todo esto…'
"¡Arthur!"
Artoria siguió retrocediendo y bloqueando los ataques desesperados de Lancelot, pero la ola de recuerdos y arrepentimientos que repentinamente lleno su mente no le dejó pensar. Mientras Lancelot avanzaba con ataques potentes, Artoria retrocedía sin saber qué hacer.
Todo esto era su culpa. Todo lo que pasó en Camelot, con su nación entera. La rebelión de Mordred y sus momentos finales. Todo eso…
Todo…
Todo…
Por culpa de su propia necedad.
'¿Todo es mi culpa…?'
No hacía falta responder esa pregunta. Artoria sabía la respuesta. Así que, en eso, uno de los ataques de Lancelot logró hacerla caer de espalda.
Lancelot la miró, la miró con sus ojos vacíos y corrompidos.
Y allí…
'Quiero vivir…'
El deseo de ese Assassin se mezcló con su deseo. Para ella ya no era una opción intentar arreglar todo. De hacerlo, ¿cómo terminaría esta historia? Es posible que no haya una rebelión, puede que los caballeros no abandonen al rey, pero el destino de esa nación siempre ha sido ser destruida. No hay una forma de cambiar el destino.
Todos los Héroes tienen un destino escrito por el Mundo. Ellos no pueden luchar contra eso. Nadie puede, ni siquiera esta niña que se hacía llamar Rey de los Caballeros.
Pero si eso es cierto…
'¿Qué puedo hacer?'
Artoria se resignó y agachó la cabeza, y Lancelot preparó el filo de su espada para cortarle la cabeza.
'¿Qué debería hacer?'
-Afuera del estacionamiento-
Su bufanda ondeó con el viento y su flequillo ocultó el brillo de sus ojos.
"Siento que alguien está peleando aquí"
Eran dos Servants muy fuertes, pero no había forma de saber quienes eran. Además, también estaba la presencia de uno de los Masters.
Toru negó con la cabeza y su cuerpo volvió a desmaterializarse. Con esto, comenzó a atravesar paredes hasta llegar a un lugar oculto entre dos paredes. Un lugar donde había tuberías e instalaciones eléctricas. El lugar era un poco angosto, pero también era perfecto para pelear.
Caminó en silencio por el corredor angosto, y después de unos segundos su mirada se encendió con ira.
"Kariya…"
Aquel hombre tirado en el suelo miró a Toru y se asustó. Trató de arrastrarse lejos, pero Toru avanzó y sacó la dagas.
"Dime, Kariya. ¿Qué tanto dolor has sentido en tu vida del 1 al 10?"
-Dentro del estacionamiento-
Era demasiado egoísta desear vivir en esta situación. Pero esa era su promesa con el mundo. Si no logra salvar su reino, entonces, ¿para qué sirvió toda esta guerra, todo este derramamiento de sangre?
Vivir como una esclava del Mundo después de esto. Se dió cuenta de que se había vuelto egoísta.
'¿A quién puedo culpar…?'
A nadie más que a sí misma. Aún así, en este momento, por ese pensamiento, ¿que diría ese caballero de armadura oscura que se alejó de todos?
'No lo sé… no lo sé… ¡Ya no entiendo nada! ¡¿Qué se supone que debo hacer?!'
Ella se levantó del suelo repentinamente. Justo antes de que Lancelot logré matarla, ella bloqueó la espada y apuñaló al caballero en el pecho.
"¿Qué se supone que debo hacer… para arreglar todo lo que he hecho…?"
Lancelot cayó sobre el hombro de Artoria. Él la escuchó en silencio sin hacer nada.
"¿Qué tengo que dar para que nada de eso haya pasado?"
Lancelot sonrió con sangre en la boca.
"Ya no puedes hacer nada, Arthur…"
"Entonces… ¡¿para qué hice todo esto?!"
"Todo lo que has hecho. Todo lo que estás haciendo lo has hecho porque eres un egoísta…"
Él finalmente cayó al suelo, desvaneciéndose en el aire, convirtiéndose en arena negra que se mezcló con el agua en el suelo, para finalmente morir en la nada.
Artoria solo se quedó allí, de pie y sin hacer nada. Mirando al techo mientras el agua caía, ella susurro:
"¿Soy egoísta?"
Obtuvo una respuesta más a una de sus preguntas con las unas últimas palabras de un viejo amigo…
-En otro lugar del estacionamiento-
"¡Ahhhhhh!"
Toru retrocedió. Kariya se tocó el pecho con dolor mientras se retorcía en el suelo.
'¿Qué está pasando?'
Miró a una de las paredes y frunció el ceño. Ya no sentía la presencia de uno de los Servants. Eso quería decir que uno ganó y el otro murió. Ese Servant que murió debió ser Berserker, pues la reacción de Kariya lo demostraba.
"Se quedó sin Servant y aún así, él se está muriendo"
Toru se miró a sí mismo en ese momento. Vio las partículas brillantes cubriendo su cuerpo y dejó salir un suspiro cansado.
"Y a mí se me acaba el tiempo"
Así que se agachó y miró a Kariya. Lo tomó por el cuello con una mano, levantándolo del suelo contra la pared, y con la otra mano revisó si este tenía Sellos de Comando. Afortunadamente, Kariya aún poseía los tres Sellos completos. Eso quería decir que en este momento él es un Master sin Servant con un poco de maná para ofrecer.
Con su mirada brillante de ojos Asesinos, dijo:
"Hagamos un pacto"
El moribundo Kariya vio los ojos de este monstruo disfrazado de niño, pero se dio cuenta que ambos no eran tan diferentes.
Toru entonces terminó diciendo:
"Serás mi Master hasta que mueras, Matō Kariya"
Continuará…