Cherry se quedó desconcertada por un momento, pues parecía que acababa de darse cuenta de que aún no le había preguntado el nombre al chico. Preguntó: —Oye, ¿cómo te llamas?
—¿Mi nombre? —El chico sonaba terriblemente descarado. Dijo—: Mi nombre se compone de dos sílabas. La primera es «grand» y la segunda es «dad».
Cherry se quedó sorprendida.
—¿Abuelo?
—¡Sí, estoy aquí! —El chico respondió rápidamente—. ¡Hola, mi nieta!
Cherry: —...
Estaba furiosa.
—¿Por qué eres tan malo?
—¡Jajaja! De acuerdo, no te tomaré más el pelo. Mi apellido es Yale mientras que mi nombre es Papá!
—¿Papá Yale?
—¡Cuidado con la forma en que le hablas a tu padre, niña!
—...
Cherry estaba furiosa. Estaba a punto de colgar cuando él dijo: —Vale, vale, no te tomaré más el pelo. No puedo decirte mi nombre, puedes llamarme «hermano mayor».
Pete ponía cara larga.
—¿No has tenido suficiente todavía?