Chapitre 170: 85.2: La reina 2
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Mientras todavía estoy agachado, tras esquivar el tajo dirigido a mi cabeza, veo que la reina intenta agarrar la lanza que sigue clavada a nuestro lado.
Pero, por alguna razón, veo sus movimientos como ralentizados.
Irritado y furioso por la intención asesina de mi contrincante, decido contraatacar de la primera forma que me viene a la mente.
Y, extendiendo una cola draconiana con la energía azulada que cubre mi cuerpo durante la fusión espiritual, enrosco mi cola alrededor del pie de la reina y, girando sobre mí mismo, tiro con todas mis fuerzas para intentar hacerla caer al suelo.
Esto toma por sorpresa a mi rival, que deja caer su espadón, con lo que cae desarmada al suelo.
Sin perder un segundo, salto sobre la reina a la vez que suelto mi propia arma, ya que será un obstáculo para mi idea.
Creando cuatro garras de energía desde mis pies y manos, atrapo las extremidades de la reina, inmovilizándola boca arriba contra el suelo.
Cuando veo que mi idea tuvo éxito, comienzo a preparar con la boca una bala perforante de mana.
La reina intenta liberarse con todas sus fuerzas, pero no lo consigue ya que nuestras fuerzas parecen seguir relativamente iguales, y mi posición me da la ventaja.
Frustrada, intenta darme cabezazos. Pero como la estoy sosteniendo desde sus antebrazos, su frente no llega ni a rozar mi cabeza.
Todo esto pasa en unas milésimas de segundo y, cuando ya estoy por disparar a quemarropa la primera de mis balas perforantes de mana, la reina decide comenzar a hablar.
"¡Está bien! tu ganas, me rindo." dice entre dientes y de mala gana.
Pero esto me da igual. Ella amenazó mi existencia.
Y todo el que lo hace merece morir dolorosamente.
"No seas tonto, chico, no arruines tu vida por un momento de ira" dice la reina en voz baja y tensa al darse cuenta de que mi actitud no cambia ni un ápice ante sus palabras de rendición "Es cierto que me tienes a tu merced. Pero si me matas lo perderás todo... Las cuatro razas te perseguirán como un criminal. Piensa en tus seres queridos."
Confundido por esto último, miro hacia el costado a las tribunas a donde están Joaquín, Charity, y Deirdre.
Los dos primeros tienen expresiones de sorpresa por cómo está terminando el combate súbitamente, aunque no parecen entender realmente lo que está sucediendo.
Pero la pequeña therian tiene una expresión aterrorizada en el rostro, y niega lentamente con la cabeza.
No. La reina tiene razón... por más justificada que esté mi ira, no puedo matarla...
Y sin desviar la mirada de mi compañera, dejo que la bala de mana se disuelva, y veo a Deirdre suspirar aliviada.
"¡ME RINDO!" grita la reina hacia el público y, mirándome suspicazmente con una ceja alzada, se queda esperando a que decida soltarla. "Hahaha. Eres genial, chaval" dice dándome una fuerte palmada en la espalda, tras aceptar mi mano para levantarla del suelo. A lo que le solo le respondo con una mirada asesina mientras dejo que la fusión espiritual se disuelva y voy a buscar mi espada.
Es cierto que no puedo matarla... Pero eso no quiere decir que vaya a perdonar su actitud de hace unos momentos...
Parece que acabo de ganar el torneo… No sé si sentirme feliz, o simplemente aliviado. Nunca pensé que mi vida estaría realmente en peligro por participar en estos combates.
...
Después de nuestro combate inició el reparto de premios.
Por mi victoria ante la reina gane 1000 monedas de platino y una buena cantidad de miradas hostiles por parte de Victra.
También se entregaron recompensas a todos los que llegaron a las semifinales, y a los que estuvieron en los mejores puestos de la fase de segundos mejores. Pero fueron premios más bien simbólicos.
Gracias al combate con la reina subí un nivel en Explorador, y agregué el punto de estadística a Constitución, equiparándolo a Agilidad, Fuerza, e Intelecto. Hmm, parece que la experiencia que obtengo por los combates que no terminan en la muerte de una de las partes es realmente baja...
Siendo así... No puedo imaginar el nivel de capacidades monstruosas que tendrá Gideon, que me permitió subir 18 niveles en tan solo 9 meses. ¡Y en mis clases de más niveles!
Cuando estamos preparándonos para salir del estadio, Charity le hace una seña a Joaquín, y los dos se despiden rápidamente de nosotros. Tras lo cual los vemos alejarse.
"¿A dónde irán?" Pregunto en voz alta, para mí mismo, sorprendido por la súbita despedida.
"Charity quiere preguntarle a Joaquín cosas sobre la expedición a nuestro continente. Es una larga historia, pero, antes de que empezará tu combate acordaron que, cuando terminara, irían a conversar sobre el tema en un lugar privado" dice Deirdre, que parece feliz con la situación de ser, por una vez, ella la que me tiene que explicar las cosas.
"Ahh. ¿Y no podrían haberlo hecho después? Creí qué vendrían a festejar con nosotros..." digo, un poco molesto por el tinte de desilusión que se me nota en la voz.
"Sip, supongo. Pero creo que Charity quería que festejemos nosotros dos solos..." dice alegremente, y en voz más baja agrega "hay veces que no entiendo como eres tan denso..."
"¿Eh?" pregunto desconcertado.
"Nada" dice, y suspira.
Últimamente está suspirando mucho... Más tarde, cuando estemos comiendo, le preguntare nuevamente si hay algo que le molesta. Tal vez, cuando esté distraída con la comida, pueda sacarle una respuesta más concisa sobre lo que le pasa.
Raila no quería juntarse con Deirdre. Por lo que, a pesar de que estaba en las tribunas mientras yo luchaba, se mantuvo alejada de ella. Supongo que deben haberle caído realmente mal las burlas sobre su edad.
Pero, cuando finalmente salimos del estadio conversando sobre lo que haremos mañana, se acerca por un momento para felicitarme en nombre de ella y de Julia, la cual se tuvo que quedar a cuidar a Mia.
...
Tras salir del estadio, fuimos a gastar de forma exagerada el dinero del premio.
El primer lugar donde fuimos fue una tienda de ropa elegante, donde le compre a Deirdre toda clase de prendas de vestir. Ya que sé que ella no tiene mucha ropa, y que no tiene mucha iniciativa para comprarse cosas. Probablemente es por haber sido una esclava hasta venir a este continente...
Parece que a Deirdre no le gustan los vestidos, así que le compre una gran variedad de jeans, pantalones de cuero ajustados, blusas, camisas, y chaquetas de cuero. Básicamente todo lo que veía que atraía su mirada.
Deirdre quería pagar por su ropa, pero le dije que me deje hacerle algunos regalos ahora que me sobra el dinero. Deirdre aceptó esta petición a regañadientes, pero a cambio me dijo que yo tendría que aceptar lo que ella elija para mí...
Me eligió una serie de trajes clásicos que implican un chaleco, camisa, y pantalones de tela fina. Que además llevan un abrigo largo hasta las rodillas por encima del traje, y boina en su conjunto.
A mí no termina de convencerme porque me parece que son demasiadas capas de ropa sin razón, pero a Deirdre le encanta el conjunto. Así que no tuve más remedio que aceptarlos, comprarlos, y guardarlos en el inventario, probablemente para no sacarlos nunca más.
También pretendía que me rapara los costados de la cabeza, dejándome solo pelo en la parte superior, ya que según ella es una moda de su continente. Pero me negué rotundamente a esta última petición sin importar cuanto me lo pidiera, porque me parece ridícula.
También compramos un par de capas con capucha negras a juego, una para ella y otra para mí. Las prendas son similares a la que perdí por el slime corrosivo, pero con mucha más calidad tanto en la tela como en la confección.
Tras salir de la tienda de ropa fuimos a comer algo al restaurante más caro que encontramos.
La carta del restaurante estaba llena de platillos de nombres extraños que no conocíamos. Así que pedimos simplemente los que nos parecían más deliciosos, basándonos en cómo sonaban los nombres.
Mientras estamos comiendo, Deirdre saca el tema de lo que pasó en la final contra la reina.
"¿D-de verdad pensabas intentar matarla?" pregunta con un tinte de miedo en la voz, mientras veo como se sonroja al hacer la pregunta.
"No. No lo pensaba yo, al menos... Es complicado. Cuando estoy fusionado con Azur, no soy yo mismo." digo mientras acaricio la cabeza del pequeño dragón que está sobre la mesa, comiendo un gran trozo de carne jugosa "es una sensación extraña. Somos él y yo al mismo tiempo, y a la vez una personalidad diferente, ya que hay cosas que se potencian por mi personalidad y viceversa... Por eso, cuando estamos fusionados podemos decir o hacer cosas que ni yo ni Azur haríamos normalmente. De todas maneras, la reina había intentado matarme... Yo solo me estaba defendiendo "
A Deirdre parece que no termina de agradar esta explicación, pero no sigue con el tema, y vuelve a centrarse en el enorme filete que tiene enfrente de ella.
...
Tras salir del restaurante fuimos, con el estómago lleno y significativamente más alegres, a la tienda de Ozy.
Donde compré pociones en cantidades que serían absurdas, de no ser por lo absurdas que son las capacidades de mi inventario.
Cuando le comentamos que yo había ganado el torneo, el extravagante alquimista se sorprendió mucho. Al punto de que se quedó paralizado por un momento mientras sacaba grandes cantidades de pociones de curación de uno de sus almacenes.
Parece que el elfo no sabía nada de lo relacionado al torneo pues, según él, no era algo de su interés.
Pero enseguida se alegró por mi victoria contra la reina y, sacando unas bebidas multicolores de una bolsa que llevaba en su cintura y dejándolas destapadas en la mesa para invitarnos a beber, nos pidió que le relatáramos en detalle cómo fueron nuestros combates.
Después de eso, no recuerdo lo que pasó...
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