Chapitre 86: Lluvia (EDITADO)
Mientras en la casa del Hokage se consolidaba los sentimientos de Kushina hacia Yuuma, a costa del shock y sufrimiento de Minato, en la casa del bastardo afortunado se llevaba a cabo una reunión poco ortodoxa.
"Muy bien Mikoto, quiero… no, NECESITO saber que ha pasado con la aldea durante este tiempo... ¡que ha pasado contigo y con este sujeto llamado Yuuma!"
Con una voz un poco espectante la ojimiel preguntó mientras tenía una taza humeante entre sus manos.
"Bueno, como decirlo… tendría que empezar por el inicio" – Respondió casualmente la Mujer Uchiha mientras que su mente viajaba al momento inicial en que conoció a nuestro protagonista.
Alrededor de una mesa estaban las tres mujeres que previamente se habían encontrado en el exterior de la casa.
Cada una estaba sentada en una cómoda silla, con una taza de té al frente de cada una.
Si bien Mikoto tenía una expresión de felicidad al tratar de recordar los eventos pasados, Tsunade y Shizune tenían una expresiones un tanto diferentes.
Ambas invitadas estaban expectantes a lo que la pelinegra tenía que decir.
Los cambios de la aldea no solo estaban centrados en la infraestructura, sino en también en la gente de la aldea, en especial las mujeres… casadas.
Y esto lo pudo corroborar cuando estuvo entre la multitud de mujeres reunidas hace no mas de una hora fuera de esta casa.
Si bien ella no era una experta en reconocer olores al mismo nivel que los Inuzuka, como médica y como ninja podía saber si alguien estaba liberando alguna feromona o sustancia toxica que pueda comprometer la vida.
En un inicio reconoció un patrón odorífero, muy estimulante, en el ambiente cuando se mezcló con la multitud.
Y no solo fueron las mujeres reunidas en este lugar, sino también aquellas mujeres con las que se cruzó en la calle y la saludaron.
Aunque se podía percibir muy tenuemente, esa fragancia estaba ahí.
Tsunade no le dio muchas vueltas a este asunto, ya que no sintió nada extraño, pensando que podia ser una fragancia nueva que se estaba vendiendo en la aldea.
Sin embargo, al entrar en la casa donde estaba viviendo Mikoto, fue golpeada por esa misma fragancia, más saturada, logrando que por un momento su mente se deslizara.
Esto la puso en alerta al pensar que se trataba de un ataque, pero descartó la idea al despejar su mente.
Ella no fue la única en darse cuenta de esto, ya que Shizune tuvo los mismos pensamientos. El ser dos mujeres solitarias vagando por el mundo les hizo adquirir un comportamiento defensivo.
Cuando Tsunade le preguntó a Mikoto, por este olor muy característico, ella le dio una respuesta que casi casi la hace querer matar a este sujeto llamado Yuuma.
"¿Humh? ¿Olor? Ahh, debe ser que ha percibido el aroma natural de mi esposo. No se preocupe, no es nada desagradable. Al contrario, pronto se acostumbrará fácilmente"
La mente de Tsunade casi explota al recibir esas palabras ya que, en su vasta experiencia médica, un humano tenía dos opciones para poder 'liberar' un olor característico a este nivel:
-Estaba usando un ninjutsu poderoso o estaba usando un producto químico muy poderoso.
-No era humano.
En cualquiera de los casos, esto eran malas noticias para toda la aldea.
Ella conectó los puntos rápidamente y pudo deducir el por qué el resto de mujeres tenían ese olor en ellas, tanto las que estaban aquí como también las que estaban a casi todos los lugares que había ido…
¡Ese tipo había hecho algo con ellas… algo sumamente repugnante!
Sin embargo, casi como si Mikoto, quien estaba caminando delante de la ojimiel, hubiera leído la mente de Tsunade, por lo que giró y le sonrió mientras comenzaba a hablar con un tono firme
"¿Sabe algo lady Tsunade? A veces las personas no saben cómo afrontar las situaciones que desconocen, siendo la respuesta más básica la violencia. Entiendo que como ninja y como mujer usted se halla formado un pre concepto erróneo de mi esposo, así que le pido no saque conclusiones antes de escuchar que es lo que pasó en la aldea durante su ausencia"
Esto dejó completamente en shock a la Senju, ya que desconoció a la mujer que estaba parada frente a ella. Si bien Tsunade no fue la maestra de Mikoto, si que habían tenido contacto en varias ocasiones.
La ojimiel recordaba a la pelinegra como una mujer muy asertiva, tranquila, difícilmente perturbable y muy leal a su causa.
Tsunade sabía sobre el compromiso que tenía con el futuro líder de los Uchiha y como es que la joven Mikoto acepto sin perturbar esto, sin poner peros ni reclamar nada, demostrando la alta estima que tenía a su clan.
Pero ahora mismo ya no podia reconocer a esa niña, hoy convertida en una mujer, quien estaba parada frente a ella con una mirada digna y una pequeña sonrisa en su cara.
"Mikoto ¿A quién crees que le estas hablando?"
Tsunade no estaba de humor para aguantar la presunción de la mujer frente a ella.
Previamente había tenido un momento de tensión con el Hokage, incluso ahora estaba alarmada por la posibilidad de que una maldita escoria pudiera haber lograd controlar la voluntad de las mujeres en la aldea.
Si bien Mikoto era una Jounin, su nivel no estaba ni cerca de significar una amenaza para la ojimiel.
Una kunoichi Uchiha si podría representar un problema, por lo que estaba pensando en cómo contenerla sin hacerle mucho daño.
Pero lo que ocurrió al instante siguiente hizo que todo su cuerpo se tensara.
Los ojos de Mikoto, previamente negros, ahora habían adquirido el característico color rojo sangre de su Dojutsu, el Sharingan.
¡Sin embargo, la activación de estos ojos no era lo que hizo pararse en seco a la ojimiel, ya que ella había enfrentado a varios Uchihas en el pasado y los habia superado incluso cunado estos habían mostrado sus Sharingan.
¡El problema aquí era que los tomoes de Mikoto giraron rápidamente hasta que formaron un patrón complicado, lo que significaba una cosa!
'Mierda…¡Mangekyo Sharingan!…' - fue lo que pasó por la mente de Tsunade en este momento.
¡Y no era para menos, ya que ella conocía muy bien la historia sobre el último de los Uchiha que logró despertar esos ojos y cuan aterrador era el poder de ese hombre con quien su abuelo tuvo que pelear mortalmente para detenerlo!
Si bien Mikoto no estaba al nivel del legendario Madara Uchiha, Tsunade era consciente de que ella misma ni siquiera se acercaba al nivel de su abuelo, por lo que no sabía que esperar de una batalla contra la poseedora de tal habilidad ocular evolucionada.
La Sannin estaba sopesando el cómo proceder sin tener que sufrir tanto daño crítico. No estaba segura de vencer a la actual Mikoto, pero podría decir que no perdería contra ella.
En ese instante, el ambiente se estancó por un par de segundos, en donde ambas visitantes alzaron sus alarmas al máximo al sentir la presión proveniente de la Uchiha, la cual pareció sofocarlas.
¡El nivel de tensión en la Senju subió hasta las nubes, no habiéndose encontrado en este estado desde que enfrentó a Hanzo la salamandra!
Esto ya no era un asunto de si podia lidiar con ella o no, esto era algo potencialmente perjudicial para ella.
El único problema sería Shizune, quien tenía todas las de perder contra un oponente de tal nivel.
Por ello Tsunade estaba sopesando todas las formas en como proceder, incluso pensó en si tendría que llegar al extremo de… atacar a los niños.
Sabía que esto era despreciable, pero en el momento de un ataque mortal, preservar la vida de uno mismo y los suyos era lo primero, cueste lo que cueste.
Sin embargo, en el instante en que esperaba recibir cualquier ataque proveniente de la pelinegra, toda el aura proveniente de ella desapareció en un instante, dejando tanto a Tsunade como a Shizune desconcertadas.
"Itachi-chan, ve y lleva a tu hermano arriba para que lo hagas dormir ¿harías eso por mamá?"
Sin que las visitantes se dieran cuenta, escucharon la voz de Mikoto proviniendo detrás de ellas, por lo que giraron rápidamente y abrieron los ojos ampliamente al ver que en la entrada de la casa se encontraba la pelinegra dándole el bebé que tenía entre sus brazos al pequeño Itachi, quien asintió al pedido de su madre y subió las escaleras.
Tsunade volvió a girar la cabeza para ver que, en el lugar en donde habían 'visto' a Mikoto activar su Dojutsu evolucionado, no había nadie.
'¡¿Qué diablos fue eso?!' - se preguntó la Sannin mientras su nivel de alarma subía al máximo.
Si antes estaba segura de no perder contra la Uchiha, ahora dudaba si podría hacerle frente.
Tsunade no sabía si habían caído en un Genjutsu o si fue una habilidad de teletransportación muy superior a la del Hokage, la cosa era que, si la pelinegra quisiera, podría haberlas matado fácilmente.
Sudor frio comenzó a empapar la espalda de la Senju mientras que su alumna no estaba mejor que ella, ya que este nivel de habilidades era muy superior para una Genin como ella.
"Como le dije anteriormente, no quiero que tenga un concepto erróneo de Yuuma, por ello le pido, cortésmente que me acompañe a tomar un poco de té y conversar como mujeres civilizadas. Como mi mayor, fue una falta de respeto haberme mostrado tan repentinamente, por lo que le pido disculpas, pero como la esposa de mi hombre, no permitiré que incluso se piense tan equivocadamente de él"
Las palabras de Mikoto ahora parecían tener un peso mucho mayor que antes. Su presencia y poder no se parecía en nada a la servicial y sumisa Mikoto Uchiha que Tsunade había conocido en el pasado.
"Se que puede hacerse una idea del chakra y habilidades que actualmente poseo, por lo que sería estúpido pensar que alguien podría siquiera ponerme una mano encima sin mi consentimiento, por ello debo decirles que escuchen primero que ha pasado y luego opine ¿Lo harán?"
Shizune y Tsunade escucharon detenidamente las palabras de Mikoto, sopesando todo lo que habían captado y lo que habían visto, por lo que asintieron luego de pensarlo por un momento.
"¡Genial! Ahora vayan a la mesa, iré por el té"
Con un sonrisa, la Uchiha se dio la vuelta y se dirigió tranquilamente hacia la cocina, dejando a la maestra y la discípula de pie, con la cabeza realmente alborotada.
"¿Qué diablos a sucedido en la aldea desde que nos fuimos?" – Estas palabras salieron de una Shizune muy exaltada por todo lo que habia sucedido desde que llegaron, hasta ahora.
"Ahh… me preguntas a mi ¿A quien le pregunto yo?" – Respondió la Senju con un tono de voz medio derrotado – "Esto va más allá de mi entendimiento"
Sin ánimos para seguir pensando en todo esto, Tsunade caminó hasta la mesa ubicada en el comedor, tomando una silla y sentándose en ella mientras se recostaba y cerraba los ojos para suspirar. Shizune caminó atrás de su maestra e hizo lo mismo que ella.
Así pasaron varios minutos en donde ambas mujeres, inconscientemente, se acostumbraron a la fragancia que estaba suspendida en el aire.
Con toda la carga emocional y anímica, tanto Shizune como Tsunade dejaron de lado este asunto, incluso ahora sus cuerpos estaban sintiéndose relajados sin que lo notaran.
"Listo, el té ya está listo, ahora vamos a disfrutar de él y hablar de todo lo que queramos"
Mikoto salió de la cocina con la tetera y la puso sobre una plataforma de madera que estaba sobre la mesa, para luego traer tres tazas y servir a cada una de ellas.
Así, volvimos al inicio, momento en el cual la pelinegra comenzaría a contar todo lo que había cambiado dentro de Konoha en estos últimos meses…
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(Amegakure)
Una ciudad lúgubre, en donde la vida parecía no valer nada, el sobrevivir era una carrera que casi todos los residentes de este lugar hacían a diario.
El hambre, el abandono, los vicios, los abusos, la muerte… esto era a lo que la ciudad de metal y concreto podía ofrecer.
Crecer en este lugar era casi un sinónimo de no poder llegar a vivir una larga vida, al menos si querías hacerlo libremente.
Para sobrevivir, tenías que trabajar en las diferentes industrias que habían transformado todo el panorama de la ciudad.
Eran estas empresas las que habían campeado a diestra y siniestra, atropellando cualquier derecho laboral, explotando, casi hasta la muerte, a sus trabajadores, todo por recibir una misera paga.
Algunos desafortunados, como los niños y los ancianos, quienes no podían sustentarse, vendían al mejor postor lo único que poseían: sus vidas.
Crecer bajo el ala de los que manejaban todo el dinero de la ciudad era algo a lo que estaban sometidos la mayoría de los niños y jóvenes, haciendo todo lo que se les pedía por un plato de comida y un techo bajo el cual dormir.
Esto era mucho mejor que morir en los caminos entre vagabundos y enfermos, algo que podia ser visto casi todos los días.
Este podrido sistema de administración había logrado proliferar debido al constante alboroto geopolítico al cual estaba sometido el continente.
Las guerras ninjas entre las 'grandes' naciones significaban muerte para este pueblo, que había sido utilizado como el patio de guerra por esas grandes aldeas, tales como Sunagakure, Iwagakure y Konohagakure.
Esto permitió que el sujeto a cargo de todo declarar una política aislacionista, cerrando las puertas para que las personas huyeran hacia una mejor vida.
Esto fue dado debido a la situación precaria a la cual siempre estaba sometida la ciudad.
Pero no importa cuán poderoso seas, si no sabes cómo administrar un pueblo, estas destinado a fracasar como líder.
Esto fue lo que le pasó a este sujeto, quien a pesar de ser declarado como el ninja más poderoso de su época, superando incluso a algunos Kage, tenía la idea de que solo los poderosos debían sobrevivir, permitiendo todo el precario estado de su pueblo.
Pero esto estaba cambiando… y no para bien…
.....................…
"El mundo… ha perdido sus esperanzas"
En una amplia terraza, la cual tenía un barandal metálico rodeándola completamente, podías ver a una mujer, quien se encontraba viendo a la lluvia torrencial que caía sobre toda la ciudad.
La mujer, o mejor dicho la muchacha, tenía a penas diecisiete años de vida, pero había sido golpeada por ella mucho más que cualquier anciano de otras aldeas, mellando parte de su alma y su felicidad.
A pesar de esto, lo que no pudo dañar todas esas amargas experiencias fue su belleza.
Con una contextura delgada, tenía un rostro delgado, flanqueado a cada lado por mechones cortos de color azul.
Sobre su cabello lleva en su cabello una flor color azul hecha de papel, la cual resaltaba en contraste con el color de su corto y lacio cabello.
Sus agudos y tristes ojos eran color ámbar, contorneados por una sombra azul-púrpura.
Su delgada y tierna boca estaba resaltada por un piercing debajo del labio inferior, dándole una apariencia exótica.
Llevaba puesto una larga capa de color negro, decorada con unas nubes de color rojo. De interior rojo y cuello largo el cual cubría el tercio inferior de su rostro.
Estaba bella y melancólica muchacha es Konan, una Kunoichi rebelde.
Y ella estaba otra vez en este mismo lugar, como siempre, recordando como había llegado hasta aquí.
Cuando era niña, quedó huérfana después de la muerte de sus padres a causa de las guerras Ninja, teniendo que sobrevivir de una u otra forma en esta aldea infernal.
Un tiempo después, un niño menor que ella con el cabello naranja, llamado Yahiko, la encontró y le ofreció comida y refugio, siendo un evento que quedó marcado en el corazón de la niña.
Al ser ambos huérfanos, decidieron unirse y trabajaron juntos para sobrevivir. Un día, mientras trataba de encontrar algo para comer, ella se topó con otro niño tirado en el suelo.
Este pequeño estaba muriéndose de hambre, tocando una fibra sensible en el corazón ella, por lo que le ofreció un pedazo de pan, causando un sentimiento similar al que ella tuvo cuando conoció a Yahiko.
Este pequeño pelirrojo llamado Nagato, fue llevado por la niña hasta el refugio que tenía con Yahiko, para que pueda recibir calor y cobijo, con lo cual se formó un equipo muy unido, pasando por muchas dificultades, pero manteniéndose juntos… siempre juntos.
Gozaron en carne propia el dolor y el terror de vivir en Amegakure, de no saber su podrían vivir al día siguiente, sin poder tener sueños a futuro, viviendo con el miedo que todos los débiles tienen.
Todo hasta el día en que conocieron a la única persona que les mostró un cariño desinteresado, su maestro Jiraiya.
El les mostró que este ciclo de violencia era algo que estaba consumiendo este mundo, que el odio constante generaba más odio, que las muertes sin sentido necesitaban terminar.
Estas palabras fueron tomadas como la forma de vida de esos tres niños, quienes aprendieron muchas cosas de su maestro, creciendo fuertes para poder depender de ellos mismos.
Para Konan, esta etapa fue una de las mas felices de su vida, ya que fue lo más cercano que tuvo a una verdadera familia.
Aprendió a manejar su chakra, aprendió a trabajar en equipo, en valorar la camaradería… aprendió a ser alguien que no solo sabe matar.
Cuando su maestro los dejó, Yahiko tuvo una ida nacida de las enseñanzas de Jiraiya, quería acabar con la tiranía y la opresión que estaba enquistada en el corazón de todos.
Esto no era nada nuevo, ya que ninjas en el pasado quisieron hacer lo mismo, pero fallaron.
Sin embargo, Yahiko planteó una forma que nadie había intentado antes, quería hacer esto a través de medios pacíficos.
Sonaba como a locura, pero el fervor juvenil de este muchacho convenció a sus dos amigos, quienes estaban dispuesto a seguirlo.
Para la Konan, no solo fue la amistad lo que la impulsó a estar al lado de su amigo, sino que el floreciente sentimiento que se había gestado durante estos años y que había madurado en su adolescencia hizo que quisiera seguirlo incondicionalmente.
Con esto, dieron origen a un grupo llamado Akatsuki (amanecer)
Por un tiempo, parecía que el destino quisiera retribuirles todo el dolor sufrido, ya que varias personas comenzaron a sumarse a la causa de Akatsuki, creyendo en que podrían lograr su cometido sin tener que engendrar odio al utilizar métodos pacíficos… pero el destino es caprichoso, llegando a ser aplastante.
El líder de Amegakure, Hanzo la salamandra, se enteró de los movimientos de este nuevo grupo y, creyendo que se trataban de sujetos en busca de poder, no dudó en evitar su crecimiento, cortándole las alas.
Los convocó para coordinar una alianza en pro de la aldea, pero esto era una tapadera para acabar con ellos.
Como resultado de todo esto, su amigo de la infancia, su interés amoroso, su compañero y líder de Akatsuki, se suicidó para que ellos pudieran seguir viviendo.
¡En ese momento, la rabia y el dolor no solo llenaron la mente de la muchacha, sino que despertaron en Nagato un poder oculto monstruoso y aterrador con el cual mató a todos los seguidores de Hanzo al invocar una estatua gigantesca y grotesca llamada Gedo Mazo (Estatua Demoníaca del Camino Exterior)!
¡Esto marcó el descenso al infierno tanto de Nagato como de Konan!
Especialmente esta última, quien se quebró completamente y aceptó el manto de la oscuridad que el pelirrojo abrazó para cambiar los ideales de Yahiko y tomar un rumbo que traería muerte y destrucción al tratar de buscar una nueva forma de 'paz'.
Así, Akatsuki desató una guerra civil contra el gobierno de Hanzo, comenzando a tomar el control de la ciudad poco a poco, gracias a la habilidad ocular recién despierta de Nagato: el Rinegan
El Rinegan (ojo del Samsara) es un Dojutsu mucho más poderos que el Sharingan de los Uchiha, siendo una habilidad de aquellos considerados dioses en el mundo ninja, como el legendario sabio de los seis caminos (Rikudo Sennin)
Con esta habilidad, Nagato podía utilizar una habilidad ninja fuera de toda regla:
Jutsu de los seis caminos (Rikudo no jutsu) el cual le brindó la facultad de usar seis grandes fuerzas, así como de dividir su alma en Seis Cuerpos Inertes gracias al Kuroi Jushinki (receptor negro)
¡Así nacieron los "Seis Caminos del Dolor" siendo todos ellos cuerpos reanimados que Nagato podía controlar con el Rinnegan, estando entre estos el propio Yahiko!
No solo podia hacer esto, sino que podía controlar habilidades que lo catalogaban como un verdadero dios entre los mortales.
Estos jutsus eran: Shinra Tensei (juicio divino), Bansho Tenin (atracción universal), Chibaku Tensei (devastación planetaria), Rinne Tensei no jutsu (Jutsu de la vida celestial del Samsara)
El solo escuchar los nombres de esas técnicas podías imaginar el poder destructivo… pero cuando la vida algo te da, algo te quita.
Después de la muerte de Yahiko, Nagato sufrió una grave lesión en las piernas y se expuso al poder del Gedo Mazo, por lo que su cuerpo se quedó débil y demacrado, perdiendo motilidad de su cuerpo y controlando a sus seis caminos gracias al Kuroi Jushinki desde la distancia.
Todo cambió en el mundo de ambos amigos, pero si algo no pudo corromper el odio en Konan, fue su lado humano que no murió como el resto de su personalidad.
Cada vez que Nagato, ahora autodenominado Pain (dolor), hacia llover en toda Amegakure, ella siempre venía a este lugar a tratar de vivir de sus buenos recuerdos… a tratar de buscar un poco de paz en el infierno que estaba viviendo.
En eso, un remolino apareció detrás de ella, materializando a un hombre que tría una máscara naranja puesta.
Sin dejar de mirar la lluvia, la muchacha habló con un tono apático – "Madara ¿Qué es lo que quieres ahora?"
Ella sabía que este sujeto no era de fiar para nada, pero para su mala suerte, era un ser poderoso que podia ayudar a Nagato en su búsqueda de la verdadera paz.
"Tenemos que hablar Konan… las cosas han cambiado completamente" – Respondió el enmascarado con un tono de voz… ¿cauteloso?
Estas palabras hicieron que la muchacha se girara lentamente, ya que esta forma de comportarse era nueva en el Uchiha.
Si bien ellos lo eran cercanos para nada, en las pocas veces que se han encontrado pudo comprender la personalidad de este hombre, por lo que su curiosidad fue despierta.
Sin embargo, cuando volteó completamente, dos cosas hicieron que sus ojos se abrieran en sorpresa.
Una de ellas era que la máscara naranja en remolino no solo tenía un orificio, sino que había dos de ellos, los cuales dejaban ver los rojos y resplandecientes Mangekyo Sharingan del enmascarado.
La otra cosa que la sorprendió fue que…
"Yo ¿cómo andan las cosas? Perdón por venir sin avisar, pero tengo algunas cosas que discutir con el líder de esta banda de encapuchados~"
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Chicos que tal, gracias por seguir leyendo mi historia, aquí un nuevo capítulo para ustedes, espero sea de su agrado.
Quería recomendarles que si van a comentar algo, no pongan imagenes de desnudos, no escriban links, tampoco utilicen palabras soeces (no solo insulto, incluso escribir Netorare o incesto) ya que te darán shadowban!
Bueno mis queridos lectores, nos estaremos leyendo en otro proximo capítulo, hasta entonces cuidense mucho y recuerden no comer muchas grasas en las noches para que no tengan problemas en el futuro (^_^)
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