Jungkook
El ruido que producían las ruedas del avión chocando contra el cemento y el temblor del mismo, me hizo despertar de mi incómoda siesta. Mirando por la ventanilla pude observar el paisaje que la ciudad de Seúl me ofrecía. Un edificio al lado del otro, recordándome lo sobrepoblado del lugar. Y todas las luces que brillaban creando un cuadro hermoso, digno de apreciar.
Había llegado a corea, por fin. A mi lugar natal, en el cual pase mi infancia, llena de muchos recuerdos de pequeño.
Mi escuela, mi casa, mis compañeros. Las tardes con amigos, el parque al cual siempre iba a pasar las horas, mirando a la gente realizar sus tareas.
Todo seguiría igual? Lo dudaba, pero realmente tenía muchas ganas de averiguarlo.
La verdad extrañaba mucho mi vida aquí, donde tan solo era un chico normal, que salía a jugar con los demás niños de la residencia. Si ninguna clase de preocupación, ni ideología social que seguir.
Vueltas de la vida me condujeron a mi actual realidad, al actual Jeon Jungkook. El hijo multimillonario, que estaba bajando de un avión privado, en la terraza de uno de los mejores hoteles de la zona.
Si si, ya se. Todos van a pensar que soy el típico chico rico y mimado. El cual le importan una mierda los demás. Pero saben, realmente soy diferente al cliché que la sociedad idealiza. A pesar de haber sido criado con lujos, siempre fui alguien bajo perfil. Nunca me intereso demostrar nada a los demás, ni mucho menos llamar la atención. No me importa la fortuna que mi familia haya construido al pasar de los años, ni mucho menos que mi padre sea el dueño de las empresas hoteleras más grandes de toda Asia. Solo quiero vivir la vida lo más normal y sencilla posible. Pero las circunstancias no me lo posibilitan.
Abajo del avión me esperan miles de guardias de seguridad. Por qué si, mi padre es muy exigente con ello. Lo cual me parecía una tremenda estupidez, pero no me quedaba de otra que dejar que estos monos me siguieran por todos lados. Ya que tenía que aguantar y seguir al pie de la letra todas las exigencias de mi querido progenitor.
Por lo menos este viaje me posibilitará ir a mi antiguo hogar, o tal ves buscar a mis antiguos amigos. Hace tanto tiempo que no los veo, realmente extraño mucho a V. Todavía seguirá viviendo en Seúl? Espero que si.
-agh! que desagradable. Se cree el rey del mundo, cree tener el derecho de mandar mi vida de todas las formas posibles. Que inmaduro.- dije en voz alta, haciendo que todos mis acompañantes me miraran discretamente. Obviamente me doy cuenta, no soy estupido. Aunque tenga cara de uno, no lo soy gente.
-Que miran? No tienen nada más interesante que hacer?.- espete algo molesto, mientras rodaba los ojos y aceleraba mi caminata. Solo quería llegar a la habitación lo antes posible.
Cuando mi madre me abandonó de pequeño, dejándome en un pozo depresivo por un tiempo, hasta que decidí retomar rumbo a mi vida. *Larga historia la cual no quiero recordar en este momento*. Mi padre quien tampoco había quedado muy bien después de lo sucedido, decidió por el bien nuestro, mudarnos a Argentina. Donde comenzó con un pequeño hotel, hasta expandirlo a corea, y convertirse en lo que es ahora. Un hombre frio, de mucho poder y por supuesto dinero.
Aunque estaba agradecido por tan lujosa vida, por cuidarme y nunca faltarme nada material... Realmente solo me importa recuperar a mi padre. El padre que siempre estaba pendiente mi. Que me brindaba el afecto, que el actual por obvias razones no lo hacía. Este solo rellena su ausencia con dinero. Que es lo menos necesario para un chico solitario y con depresión. Por suerte con el pasar del tiempo me acostumbre a vivir así, solo depender de mí mismo, a prácticamente no tener afecto de los demás.
Sus empresas eran lo más importante por ahora, tan importantes que mando a su hijo al otro lado del mundo sin siquiera preguntar su opinión. Para cerrar negocios que siquiera son mi responsabilidad. Y si, estoy muy muy indignado!.
Siempre quise hacerle entender que el dinero es frío, nunca lo va a llenar como él cree y este no dura para siempre. Pero obvio ese pensamiento no lo tenía integrado en su calva cabeza. *Porque si. Gracias a una noche de borrachera y una apuesta extremista con un socio de la empresa. Tuvo que raparse todo el cabello, quedando así, más ridículo de lo que es*
Ya listo y con mi maleta en mano, comenzamos de una buena vez a caminar, hacia las escaleras que nos llevarían al ascensor. Planeaba salir a la ciudad lo antes posible. El único y más complicado problema era que no me lo permitirían, al menos que salga con 4 guardaespaldas, o como les suelo llamar "monos gigantes".
Olvídate de salir al exterior...
Odio tanto eso. No tener una vida privada, es lo peor que podría pasarte. No te sientes normal y es asfixia, de una manera que ni les puedo explicar. Necesitó tener un momento de tranquilidad y paz, sin estos monos gigantes detrás oliéndome el culo.
En este instante solo quiero escapar de la realidad que estoy viviendo. Alguna vez tendré esa posibilidad? Algún día conoceré alguien que me haga sentir asi?. O por lo menos, dejar de sentir esta soledad, que presiona mi pecho. Porque aunque superficialmente mostrara seguridad, por dentro solo soy un niño asustado en busca de amor.
Mientras caminábamos por los largos pasillos, del inmenso hotel, el silencio se hacía cada vez más penetrante, hasta el punto de que sus pasos eran el único sonido que se extendía.
El ascensor demoró unos segundos en subir luego de ser pedido por uno de los guardaespaldas.
Lo único que me quedaba era ir hacia mi habitación y perfeccionar el plan improvisado que surgió en mi cabeza. Que se creían? Que me quedaría ahí encerrado? Obvio que no.
Si mis cálculos no fallaban a eso de la media noche, se realizaba el cambio de guardia. Dos de los monos se iban y otros dos ingresaban. Tenía al rededor de 5 minutos para salir sin ser visto.
Podría hacerlo? Esperaba que si. Cruzaba los dedos para no ser descubierto.
Sino me llevaría una buena regañada de mi padre...
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Jimin
Una vez fuera comencé a caminar hacia la parada, que se encontraba a una cuadra de la escuela. Por suerte, porque realmente no tenía muchas ganas de caminar. Ya que Tae no me llevaría hoy, no tenía otra opción que tomarme el tan odiado bus.
Él estacionamiento estaba repleto de adolescentes hormonales que iban y venían, algunos con sus autos ultimo modelo comprados por papi y otros con sus autos comunes. Y después estaba yo, que tenia que tomar un autobús porque no tengo suficiente dinero para un auto.
En el trayecto, Fui tratando de taparme lo máximo posible con mi barbijo. No quería que nadie me viera y empezaran con rumores etupidos, los cuales no estaba en condiciones de aguantar. Unas vez que iniciaban, era difícil cambiar el pensamiento de toda la escuela. En simples palabras, nadie los frenaba.
Me distraje tanto en mis pensamientos, que por poco no veo lo que estaba ocurriendo, a tan solo unos 10 metros de mi.
No podía creer lo que estaba viendo... no podría ser verdad...
Taehyung jamás me haría esto... el no podría.
Mi novio se encontraba en ese preciso instante, besándose tranquilamente con su compañero de equipo y supuesto "amigo" Hoseok. Como si fuera lo más normal del mundo y encima en pleno estación amiento.
Sabía que mantenía una linda amistad con ese chico, pero jamás pensé que esto podría pasar... o tal vez si pero no quise creerle a mi intuición.
Miles de sollozos empezaron a surgir de mi garganta. Podía sentir cómo las lágrimas caían lentamente por mis mejillas, nublando mi visión. Imposibilitándome ver la tan indigna escena, que se presentaba ante mi. ¿Por que la vida tenia que ser así conmigo? ¿Acaso no merecía estar en paz y ser feliz?
Miles de sentimientos inexplicables florecieron en mi interior, rebosando por cada uno de mis poros. Frustración, furia, decepción, dolor. Mierda que dolía. Pero el sentimiento más fuerte y destructivo de todos... el odio, estaba por primera vez haciendo camino en mi.
El mundo estaba literalmente destruyéndose en mi interior, el mundo que era para mi Tae, se estaba desvaneciendo, con cada segundo de ese maldito beso. Podía sentir las piezas de mi corazón crujir hasta hacerse añicos. Tal vez pensaran que soy exagerado, pero dentro de tanto sufrimiento Tae era un sostén para seguir día a día, a pesar de los problemas realmente lo amaba.
¿Qué pasó con la fidelidad? ¿Qué paso con sus "te amo"? No me amaba.
Mi cuerpo inconsistentemente movilizado por aquel sentimiento de enojo. Se dirigió hasta estar frente al causante de mi dolor.
Desde cerca se veía aún peor, era desagradable. Obvio para mi que era el afectado, los demás que no conocieran la historia, dirían "que lindos que son, se nota la química" y saben... tenía que aceptar la verdad, a pesar que esta esté destruyendome por dentro.
Seguramente nunca llegaron a pasar mi nivel de vergüenza en este momento. ¿Saben lo vergonzoso que puede ser? ¿No saben de que hablo?. Hablo de tener que yo mismo separar a mi novio de su supuesto amigo, porque a este no le importó mis sollozos a su costado, o el ruido de mis pasos al acercarme.
¿Saben lo doloroso que puede ser? Ver los labios de Tae hinchados, y no por los mios, sino por los de alguien más.
Apreciar su cara de confusión y sorpresa fue lo más cómico de todo. ¿Por qué tendría que estar sorprendido? acaso el estupido no esperaba que su incrédulo novio se acercara y viera su hazaña. Amigo estás en pleno estacionamiento, solo te lo recuerdo.
-Ji-jimin.- dijo nerviosamente, con una expresión que demostraba lo avergonzado que se encontraba. Sus mejillas estaban muy ruborizadas, de la impresión.
-JIMIN NA-NADA, ¿que es lo que estás haciendo? ¿Por qué m-me haces esto Tae?.- mis sollozos aumentaron. Si el dolor era fuerte viéndolo de lejos, imagínense lo que era tener los hechos enfrente tuyo. Ver a Hoseok al lado de nosotros, era una bomba que esperaba por explotar, pegándome en la realidad. La maldita realidad, en donde mis cuernos estaban tocando el cielo.
-Déjame explicarte! No es lo que crees.- intentó acercarse a mi, pero yo me alejé unos pasos hacia atrás. No quería explicaciones absurdas. ¿Ahora que me iba a decir? "Estoy ebrio" "el me beso" "fue sin querer". Ninguna de sus absurdas excusas, iban a bastarme. Era mas que obvio lo que estaba sucediendo y creo que yo fui el ultimo en entenderlo.
-NO ME VAS A EXPLICAR NADA. LO ESTOY VIENDO TAEHYUNG, QUE ESTUPIDA EXCUSA QUIERES DECIR?....- voy a admitir que estaba alterado, pero quien no lo estaría en una situación así. Mis gritos alertaron a algunas personas, que caminaban a nuestro alrededor. Realmente no me importaba.- Sabes, creía que eras diferente. Pensé que lo nuestro realmente era verdadero...
-Jimin se que me equivoque, pero déjame explicarte.- tomo mis hombros para mirarme fijamente. Sus ojos eran tan penetrantes, que sentía que no podía negarme a nada de lo que pidiera. Porque si, yo estaba plenamente enamorado de él y cuando uno esta enamorado, no piensa claramente las cosas.- Por favor, sé qué probablemente estés muy dolido y no quieras hablar conmigo. Pero... necesito que hablemos. En privado sería mejor.- miro a todos los chusmas a nuestro al rededor, para luego centrarse de nuevo en mi. Sabía que con esa mirada, estaba implorando un "si" de mi parte.
-Esta bien.- acepte porque realmente no tenía otra cosa que hacer. Necesitaba una charla o una explicación de su parte, algo que me aferrara a la diminuta posibilidad, de estabilidad emocional.-Pero solo tienes cinco minutos Taehyung. Espero que los sepas aprovechar.- mis lágrimas ya no eran tan pesadas y mis sollozos habían cedido. No quería mostrarme tan débil ante el, me había prometido valorarme y quererme a mi mismo. Dejar que el me rebasé, no estaba en mis planes.
-Bien sube al auto. Daremos una vuelta.
Mientras subía al auto, vi por el reflejo del espejo. Cómo Tae hablaba con Hoseok, muy minuciosamente, casi en susurros. Aunque quise entender, no pude hacerlo. La distancia era de dos metros, pero aún así el dolor de verlos juntos, era impresionante.
Luego de terminar su pequeña pero fantástica charla de..."amantes"?. Tae se encaminó hacia el lado del conductor, para luego sentarse a mi lado.
Este camino iba a ser, largo, lento y principalmente INCÓMODO.
Las preguntas de lo que sucedería no paraban de circular en mi cabeza.
¿Podría solucionar algo? ¿Valdría la pena darle otra oportunidad? No se, pero definitivamente nada va a ser igual.
Si esto se repetía mi corazón no aguantaría más golpes.
Espero tomar la mejor decisión, aunque esta sea la más dolorosa...
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"Holaaa💜
Me quedo muy mal, pero de todas formas espero que les haya gustado.❤️
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