Télécharger l’application
70.45% LOS GUARDIANES DEL METAL / Chapter 31: CAPITULO 30: LA PRUEBA DE FUEGO DE LOS PALADINES DEL METAL

Chapitre 31: CAPITULO 30: LA PRUEBA DE FUEGO DE LOS PALADINES DEL METAL

Salieron del circo y caminaron hacia la mansión. Zyorg lo puso al tanto de todo lo ocurrido desde que entró al planeta hasta encontrarlo. Galius sonrió y le respondió

- Vaya Comandante, al parecer, las posibilidades de vencer a Corgana están mejorando bastante; pero dígame ¿de verdad Ultrior le aulló a la Luna?

- En efecto, es parte de la naturaleza canina que él adoptó- le contestó Zyorg riendo- el pobre no puede evitarlo

- Supongo que eso tiene que ver con los organismos que elegimos- le respondió Galius sorprendiendo a Zyorg

- ¿A qué te refieres Galius?- le preguntó Zyorg con una expresión de sorpresa en su rostro

- Bueno Comandante, al cambiar de forma camuflando nuestros cuerpos, adquirimos también sus organismos junto a sus necesidades- le explicó Galius de forma calma y agradable

- ¿De verdad?- preguntó Elizabeth sorprendida

- Pues… los Metales no somos de derramar lagrimas Elizabeth- le explicó Zyorg ruborizándose- si lo he hecho se debe a que mi cuerpo humano puede producirlas por medio de las glándulas lagrimales; pero en mi verdadero aspecto carezco de ellas

- Pero también adquirimos algo- continuó Galius- nuestras personalidades cambian bruscamente en base a la raza que elegimos

- Eso es interesante Galius, por favor dime mas- le pidió Zyorg sorprendido, en su interior comenzaba a entender todo

- Al convertirme en un oso mantengo una actitud más agresiva, por ejemplo; pero he logrado mantener aquella pasividad que me caracteriza

- ¿Actitud agresiva?- preguntó Elizabeth sonriente

- Es que en mi estado de Metal solo soy un accesorio de reparación, no tengo las programaciones básicas de batalla- le explicó Galius sonrojándose

- Y estos cambios de humor o actitud ¿se deben a…?- preguntó Zyorg aun intrigado por dicha información. Zitron apareció en medio del camino respondiendo a su pregunta

- Se deben a que al elegir una especie en específico nuestras programaciones se adaptan a la misma. En pocas palabras: al ser un humano estas adquiriendo sus emociones, entendimientos e incluso modo de ver la vida Zyorg- con una mirada de pesar, Zitron, añadió- la razón por la que quería que fuésemos animales se debía a que su naturaleza salvaje nos permitiría mantener la fría lógica de nuestras CPU intactas; pero al ser humanos estas se verían corrompidas por sus emociones y sentimientos avanzados. Zyorg si has estado experimentando cambios esto se debe a que el disfraz que has tenido todo este tiempo esta poseyendo tu frío intelecto. Dentro de poco serás más humano que maquina

Había pasado más de una hora y aun no tenía noticias de su esposo. Largando un gruñido de enojo, Tantalox Queen, se cruzó de brazos y bajó la cabeza negando con ella pensando en que fue un error muy estúpido mandar al imbécil de su marido a hacer el trabajo de una autentica General. Había días en los que se preguntaba por qué la computadora principal de Corgana, la Gran CPU, decidió que ese bueno para nada debía ser su esposo. No tenía lo necesario para ser un guerrero y mucho menos un General. Había días en los que hubiese preferido que su compañero de cuarto y de hogar fuesen sujetos como Cromon o Scortux, incluso el rebelde de Zyorg le parecía un mejor ejemplo de esposo antes que el bueno para nada de Xenón.

Tal era su molestia que no sintió la presencia de Cromon a sus espaldas hasta que este le habló.

- ¿Dónde está tu esposo, Tantalox?- le preguntó aquel ciclope de metal gigante

- Posiblemente fuera de funcionamiento Cromon- le respondió Tantalox aun dándole la espalda- quiso ir a matar a Zyorg él solo y eso fue hace casi dos días atrás

- No te veo muy afectada por ello- le respondió Cromon sonriendo y Tantalox, riendo, le respondió

- No lo estoy. Mas me molesta que ese idiota haya fallado a que si él ya no existe- largando una risa maliciosa, añadió- sin embargo eso no importa ahora. Supongo que sabes por qué te mandé a llamar ¿verdad Cromon?

- Si- le respondió Cromon sonriente- un ataque combinado a Huttentorg suena a algo peligroso Tantalox, Scortux tuvo la misma iniciativa y termino siendo chatarra

- Sin embargo las intenciones mías no es el provocar a los Guardianes Del Metal sino distraerlos mientras me infiltro en su base de operaciones para enviar las coordenadas de su ubicación a Corgana y dejar que envié el "pacificador" definitivo a su base cuando menos lo esperen

- Suena a un plan peligroso- afirmó Cromon con seriedad- no sé si sea buena idea el intentarlo

- Por eso sé que funcionara- rió Tantalox, empezando a sondear la zona para buscar el disfraz perfecto para ella- debido a que ellos no podrán ver el ataque hasta que este llegue y sea tarde para detenerlo

Su risa maléfica se oyó por casi todo el bosque aquella noche de luna llena.

Estaba completamente petrificado ante la noticia que recibió de parte de Zitron. Dando vueltas su cabeza intentó, torpemente, reordenar sus pensamientos, sin embargo no tuvo el éxito que esperaba por lo que Zitron repitió con calma

- En efecto Zyorg, a medida que continúes en ese estado te volverás un ser humano- suspirando con pesar, Zitron, añadió- la naturaleza humana no es muy distinta de la de un Metal. El raciocinio le permite entender su entorno y las emociones, junto a sus nervios, se funden en uno solo haciendo que un evento como el llamado amor exista en su interior; pero al no poseer la frialdad de nuestras CPUs entonces ellos pueden ser más susceptibles a emociones violentas sin sentido o acciones estúpidas que también carecen de cualquier sentido común

- Eso… eso quiere decir que mis sentimientos por Elizabeth- murmuró Zyorg desconcertado

- Quizás por eso actuaste así más temprano- le contó Elizabeth mirando como el rostro de su amado demostraba una conmoción tan grande que rompía su corazón- James quizás … quizás deberías cambiar de aspecto

- El aspecto que tenía reservado para ti Zyorg era el de un Mono, lo suficientemente listo para poder pensar buenas estrategias y a la vez lo suficientemente salvaje como para dejar que su inteligencia continúe en frialdad ¿Qué dices comandante? ¿lo intentamos?

- ¡No!- le respondió Zyorg sin siquiera pensarlo o dudarlo un solo minuto- no lo hagas. Quiero ser un humano, deseo poder pasar por esto. Solo así sabré si la causa de esta misión es válida o no

Al ver que era muy tarde continuó camino diciendo:

- Volvamos a casa, tenemos mucho trabajo que hacer mañana

Los demás asintieron sin decir nada; pero Elizabeth podía, por algún motivo, sentir el interior de Zyorg. Sufría en silencio al no saber si el amor que sentía hacia ella era algo genuino o solo un producto de la especie que eligió para disfrazarse. Las dudas pueden ser el peor enemigo del amor, algo que Zyorg no sabía y posiblemente Elizabeth estaba empezando a entender.

Al retornar a su hogar pudieron ver a Ultrior en el tejado aullándole a la Luna, Zyorg rió al ver eso y lo llamó para decirle que el equipo ya estaba completo.

El resto de la noche pasó tranquilamente. No hubo visitas de ningún tipo, ni dentro de los cuartos ni fuera de ellos, el amanecer llegó, con naturalidad, sorprendiendo a Zyorg durmiendo.

Angustiada por lo ocurrido durante esa conversación, Elizabeth, se puso su ropa de batalla y abrió la puerta esperando ver a Zyorg parado observando el amanecer, sin embargo, su respiración se cortó al verlo acostado en la cama durmiendo como si fuese un bebé. Ahogando un suspiro con su mano izquierda, Elizabeth, se acercó a él mirándolo con una gran ternura. Se veía tan indefenso y tan tierno durmiendo que sintió deseos de acariciar sus cabellos. Los mechones del cabello castaño de Zyorg tapaban un poco sus ojos mientras que su rostro mostraba una gran serenidad. No tenía su camisa puesta y se encontraba con el pecho al descubierto con solo sus pantalones puestos, era una suerte que Víctor no estuviese allí para verlo. La frazada tapaba su cuerpo; pero sus brazos abrazaban su almohada, su respiración era suave. Sentándose a su lado, Elizabeth, acarició sus cabellos solo para ver si sus ojos aun estaban cerrados o no. Tras tocarlo, Zyorg, comenzó a gruñir y a abrir sus ojos lentamente para poder verla. Era como ver un ser de gran magnificencia al despertar, de gran belleza, un temple admirable y protector. Zyorg sintió una vulnerabilidad muy grande al ver a Elizabeth a su lado sonriéndole y portando aquellas ropas tan bellas y elegantes a la vez que imperantes. Su interior sintió una felicidad nunca antes sentida por él junto a una pasión muy grande. Se sentía indefenso, vulnerable; pero feliz y enamorado a la vez, porque la mujer que estaba a su lado lo estaba protegiendo de aquel peligro invisible e indescriptible. Aquella mujer que amaba más que a nada en el universo.

- Buenos días- fue lo primero que le dijo Elizabeth y Zyorg preguntó

- ¿Ya es de día?

- Si- rió ella- dormiste toda la noche James ¿deseas desayunar?

- ¿Qué es eso?- preguntó Zyorg extrañado y ella le dijo

- ¿Acaso nunca desayunan en Wintago?

- Creo que eso es un lujo destinado a los Plateados o a los Acerums; pero nunca a los Cobrizos- le confesó Zyorg. Esbozando una sonrisa tierna le dijo- me gustaría conocer ese lujo, si deseo desayunar

Se levantó mostrando su cuerpo musculoso haciendo que Elizabeth se sonrojara tanto que su rostro parecía un tomate, Zyorg la vio extrañado y le preguntó:

- ¿Ocurre algo?

- ¡No… nada! es que recordé algo que me hizo apenarme, nada mas- le respondió Elizabeth sonriendo de forma nerviosa moviendo sus brazos en señal de que lo olvidase a la vez que se sonrojaba aun mas; pero disfrutaba del espectáculo que tenía delante suyo

- Si tú lo dices- dijo Zyorg un poco extrañado, procediéndose a vestirse. Al terminar fue que le ofreció su brazo a Elizabeth. Ella, mas roja que una frutilla, se apoyó sobre aquel fuerte brazo para colocar su cabeza en el hombro de Zyorg y acompañarlo hacia abajo para desayunar

El amanecer también traía problemas de otro tipo. Las tropas se acercaban, no eran muchas, solo diez Metales; pero eran suficientes para dar problemas a toda Hunttentorg.

- Recuerden- les ordenaba Tantalox Queen disfrazándose- solo ataquen determinados sectores y al verlos llegar den un poco de pelea antes de replegarse, no es un ataque abierto sino una distracción

- Si señora- le respondió el capitán de aquellos Acerums observando Huttentorg desde lejos antes de atacarla

De los diez modelos, dos eran distintos. Uno era de un color rojo fuerte y el otro de un rosa elegante. Van Gunderg, viendo esos modelos, ya podía imaginar para quienes estaban reservados; pero se negaba rotundamente a que el conde, o su prometida, entrasen en ese pelea, si algo les pasaba entonces ¿dejaría el control en manos de unas maquinas que estaban trayendo su conflicto a su propia nación, por no decir su propio planeta?

Aquella idea no le gustaba nada. Vio a Víctor llegar y le preguntó:

- ¿Estás seguro de querer estar dentro de esa cosa metálica?

- ¡Es la única forma de poder pelear en esta guerra contra las amenazas de cómo diablos se llamase!- le respondió Víctor con determinación- capitán Van Gunderg ¡Me niego rotundamente a dejar solo a James Van Zyorg en esta guerra!

- ¡Pero si usted llegase a morir!- protestó Van Gunderg; pero Víctor le respondió

- ¡Si esas cosas ganan de todos modos moriremos! no podemos negar con una sonrisa el indescriptible poder que nos amenaza ¡nuestro deber, como habitantes de este planeta y a la vez ciudadanos Holandeses, es el cuidar de nuestros intereses! Y no se me ocurre mejor interés que la supervivencia de la raza Humana

- Por favor conde Van Torner, solo respóndame esto y prometo no volver a molestarlo- le pidió Van Gunderg. Víctor lo miró con severidad subiéndose al Paladín Rojo De Metal

- Dime- le respondió Víctor con un tono severo

- ¿Hace esto por nuestro bienestar o por el bienestar del joven Van Zyorg?- le preguntó Van Gunderg con la voz casi entrecortada. Víctor lo vio en silencio por un minuto y sentó en su traje de batalla. Esbozando una sonrisa maliciosa le respondió

- Estimado Van Gunderg, creo que usted ya sabe la respuesta- el casco se cerró con su tripulante adentro dispuesto a probarlo

- Si, ya la se- suspiró con pesar Van Gunderg dirigiéndose con la cabeza baja a donde estaba su traje de batalla

Zitron , siendo acompañado por Galius, apareció queriendo ver las pruebas de las armaduras de batalla. Por medio de un comunicador, Zitron, comenzó a hablar dando las indicaciones necesarias:

- Muy bien señores, a su lado hay dos palancas de movimiento junto a unos cuatro botones de distintos colores

- En efecto- afirmó Víctor desde el intercomunicador

- Pues bien, las palancas son para las dos piernas y los botones tienen las siguientes funciones- prosiguió Zitron- el botón rojo y el botón azul son para los brazos. Rojo para el izquierdo y azul para el derecho. El botón verde activa los propulsores y el botón amarillo sirve para lanzar el rayo especial por medio del brazo. Si ustedes aprietan los botones, mientras mueven las palancas, los brazos harán lo que desean, ¿entendido?

- Entendido- le dijo Van Gunderg desde el comunicador

- ¡Perfecto! Veamos si esto puede funcionar- indicó Zitron- por cierto, el Oso que está a mi lado se llama Galius y es nuestro enfermero

- Hola a todos- los saludó Galius sonriendo con ternura

- Se encontrara a nuestro lado para asistirlos en caso de que se accidenten- con un susurro añadió, sonriendo de forma maliciosa- algo que seguramente pasara

- ¡Zitron!- exclamo sorprendido Galius haciendo reír al Jabalí

- De todos modos esperamos hacerlo bien- dijo Víctor desde el comunicador

- Entonces comencemos- pidió Zitron de forma amable

El Paladín Metálico Rojo intentó moverse; pero, ni bien dio un paso, su cuerpo se hizo para atrás rompiendo la pared y cayendo hacia el suelo mientras los brazos hacían todo tipo de movimientos.

- ¡Estoy bien!- dijo desde su comunicador Víctor mientras que los brazos seguían moviéndose y el Paladín Metálico Rojo estaba en pleno suelo

- Esto tomara un tiempo- dijo Zitron colocándose una pezuña en su cabeza y moviéndola en señal de negación ante lo ocurrido

Le servía el café en su tasa blanca. Lo justo para beberla de forma presurosa y también lo justo para saborearlo. Elizabeth sostenía todavía su cafetera de porcelana blanca con flores azules llena de café prosiguiendo a servirle a Ultrior quien no estaba a favor de hacer eso

- ¿En serio debo tomar el desayuno con ustedes, Comandante?- gruñó aquel Lobo metálico

- Es una orden Ultrior- sonrió Zyorg tomando el café- este es un privilegio que no tenemos a diario en nuestro planeta o en nuestras aventuras

- Pensé que querría estar más tiempo en soledad con…- acercándose a él, susurró en voz baja- su prometida

Elizabeth se tapó su boca con los dedos en forma vertical intentando ahogar una risa, cerrando sus ojos, intentó controlarse sin mucho éxito. Se sirvió café y se sentó al lado diciendo

- Ultrior, estimado amigo, es obvio que no sabes nada del disimulo. Si estamos mucho tiempo juntos entonces todos los cercanos comenzaran a hablar a nuestras espaldas y para cuando queramos acordar todos aquí estarán enterados- con una mirada seria, Elizabeth, añadió- y si todos se enteran de que James intenta robarse la prometida del conde Van Torner abusando así de su hospitalidad, entonces, nuestra causa estará perdida

- ¿Y cuando piensas decírselo?- le preguntó Ultrior tomando con su pata la taza blanca de café procediendo a beber el liquido- ¡mierda! está muy caliente

- Una buena pregunta, Ultrior… ¿Elizabeth?- afirmó Zyorg sorprendido- ¿cuando se lo diremos o como se lo diremos?

- No… no lo sé aun y temo por ello. No sé como reaccionaria Víctor al saber que tú…- en su mirada si había una autentica preocupación; pero no por ella sino por Zyorg debido a que, Elizabeth, estaba enterada de las verdaderas intenciones de Víctor tras ese gesto de amabilidad al cederles su mansión como base de operaciones, o escondite- estas enamorado de mi y deseas casarte conmigo

- Elizabeth, yo… no sé si tenga derecho siquiera a…- iba a lamentarse Zyorg cuando estalló un edificio a la distancia

- ¡Es en la ciudad!- exclamó Elizabeth levantándose de su asiento

- ¡Gracias a Titanium…! es decir ¡Oh por Titanium!- exclamó Ultrior levantándose de su asiento también- ¡tenemos que actuar!

- Deberían activar los trajes- sugirió Zyorg

- No sé si están listos- declaró Ultrior

- Solo hay un modo de saberlo- dijo Zyorg moviéndose hacia la entrada dispuesto a pelear por Huttentorg

Los sonidos de batalla se escucharon a la distancia, era un ataque indiscriminado. Víctor estaba fuera del traje en ese momento esperando a que los otros soldados pudiesen aprender a levantarlo y de ese modo poder usarlo en combate. Elizabeth llegó a tiempo diciendo

- ¡Están atacando Huttentorg!

- ¡Mierda!- gruñó Zitron- los soldados apenas si saben usar los trajes

- ¿Cuánto tiempo pueden Zyorg y Ultrior combatir contra las amenazas ellos dos solos?- preguntó Elizabeth sintiéndose preocupada y ansiosa a la vez

- No lo podría computar; pero de dar un rápido análisis, quizás veinte minutos máximo, cinco mínimo- señaló Zitron

- ¡Oh no, JAMES!- gritó Víctor tocándose las mejillas con las dos manos- ¡Tenemos que ayudarlo!

- ¡¿Aun no saben cómo levantar un solo traje y ya piensan en ir a combatir?!- exclamó Zitron sorprendido

- Solo danos la oportunidad- pidió Elizabeth. Zitron, mirándola con enojo, farfulló

- Si Zyorg me pregunta, diré que insistieron

Las personas corrían por las calles de Huttentorg mientras las edificaciones volaban en pedazos. Los diez Acerums atacaban todo lo que veían a su alrededor. Una de las tropas de Corgana vio a una niña que estaba en el suelo sosteniendo su osito de peluche, el miedo le impedía levantarse y huir. Con una sonrisa maligna, el Acerum, apuntó a aquella niña su laser dispuesto a disparar cuando la lanza/hacha de Ultrior lo atravesó por la espalda y salió por el pecho de aquel Acerum quien dio un chillido eléctrico antes de quedar fuera de combate. Ultrior vio a la niña y le preguntó

- ¡¿Te encuentras en óptimas condiciones?!

- ¡¿Qué?!- exclamó la pequeña asustada

- Solo queríamos saber si estás bien- le respondió Zyorg de forma amable colocándose delante de ella. Su tono era dulce y agradable

- ¡Si, lo estoy!- afirmó la pequeña sonriéndole con dulzura

- Entonces vuelve con tus padres, nosotros nos encargaremos de esto- aseguró Zyorg colocándose en pose de combate

La niña asintió levantándose del suelo para poder huir. Zyorg y Ultrior miraron a sus enemigos los cuales detuvieron su ataque para centrar su atención a ellos.

- Tú los de la derecha y yo los de la izquierda- le dijo Zyorg a lo que Ultrior protestó

- ¡¿Por qué siempre te quedas con los más interesantes?!

- Porque soy el Comandante, por eso- rió Zyorg

Reanudaron el combate Zyorg sacó su cañón de plasma y disparó al rostro de uno de los Acerums. Ultrior, por otro lado, decapitó con rapidez a su contrincante usando la filosa hacha que tenía en su lanza.

Quedando solo siete enemigos. Estos decidieron atacar a la vez a los Guardianes Del Metal. Zyorg recibió el ataque sorpresivo de un rayo que le hirió el hombro, por otro lado, Ultrior fue herido en la pierna por sorpresa a manos de un Acerum que se encontraba a sus espaldas.

Los demás Acerums comenzaron su ataque sobre sus enemigos. Zyorg recibió varios disparos en las piernas, brazos, hombros y pecho; pero seguía de pie, negándose a arrodillarse. Uno de los Acerums iba a darle el golpe de gracia atacando a su cabeza cuando un rayo de plasma rojo le destruyó rápidamente el brazo. Todos vieron en ese momento al Paladín Rojo corriendo para dar un salto y disparar varios plasmas rojos de su fusil negro, tres Acerums fueron eliminados al explotar sus cabezas.

Los demás Paladines, que le seguían, entraron en combate. Ahora la batalla empezaba a volverse más interesante para Ultrior quien, con un aullido de Lobo, continuó con su ataque ensartando su lanza sobre el pecho del que lo había atacado por sorpresa.

Zyorg, sin dudarlo un minuto, decidió sacar su rayo de plasma para dispararle en el pecho a su contrincante. El Paladín Rosa apareció por detrás de aquel Acerum disparándole el plasma en su espalda. Zyorg lo remató con un disparo en la cabeza, por otro lado, el Paladín Rojo se puso al lado de Zyorg dispuesto a combatir.

Los demás Paladines pudieron reducir en poco tiempo a las amenazas dando tiros certeros en las cabezas de los restantes Acerums.

Cromon estaba viendo a la distancia aquel combate. Aquello no era algo bueno, los Humanos estaban aprendiendo a usar tecnología del planeta Wintago. Posiblemente esa escoria de Zyorg debió cedérselas. Convencido de que todo aquello se salía de lo planeado dio, con un ademan de su brazo, la orden para que toda una armada de sus Acerums salieran a pelear mientras que él se retiraba dispuesto a dar la noticia a Corgana y pedirle más tropas, incluso que trajesen el "pacificador", en realidad, quería que llevaran más de uno. El planeta tierra ya no le era de tanto interés como antes, en especial si los humanos se comenzaban a volver un riesgo serio.

Los refuerzos enemigos no se hicieron esperar, Zyorg viendo aquello dijo

- ¡Muy bien! espero que estén listos para el contra ataque enemigo- observando a su derecha le dijo al Paladín Rosa- Elizabeth, tenemos que conducir el ejército enemigo a una zona segura donde no haya humanos, Víctor, cubre mis espaldas. Intentaré distraer su atención

Los restos de Metales muertos que rodeaban la bella ciudad de Huttentorg no solo enfurecía a Zyorg sino que lo dañaba internamente. Esa no era la pelea de esas personas inocentes, por lo que se preocuparía por mantenerlos a salvo como a de lugar. Los Acerums enemigos iniciaron su ataque simple y llanamente disparando sus rayos, los demás respondieron al fuego de inmediato.

Zyorg inició vuelo esquivando, lo mejor que podía, los ataques enemigos y disparaba su plasma sobre los pechos de aquellos Acerums. El Paladín rosa atacaba a los demás a pesar de que Zyorg le había dicho claramente que intentase llevar la batalla a otro lado, algo que el Paladín Rojo estaba logrando considerablemente, al parecer las emociones de Elizabeth nublaban su juicio en combate. En su interior, el mismo Zyorg, se preguntaba a sí mismo si no estaba haciendo lo mismo al permitir que ella estuviese en su equipo. Los demás Paladines del Metal daban una buena batalla, con un gritó Zyorg exclamó:

- Ahora ¡a la carga!

Todos los Paladines dieron inicio a su vuelo dirigiéndose directamente a hacia donde estaban sus adversarios. Con sus escudos podían protegerse de los disparos enemigos, sin embargo, estos, al recibir tal daño por parte de los láseres enemigos, terminaban quedando casi obsoletos. El resto de la batalla se daba en pleno vuelo, aunque la ventaja numérica era enorme en el escuadrón enemigo, los Paladines del Metal podían diezmarlos en medio de esa batalla. El Paladín Rosa intentaba, inútilmente, tomar vuelo cuando un disparo enemigo le dio en el pecho haciendo que este cayera en el suelo destruyendo una hermosa panadería que se encontraba vacía en ese momento, por suerte.

Al ver aquello Zyorg sintió como su corazón se detenía, sintiéndose desesperado, gritó:

- ¡ELIZABETH!

Uno de los enemigos lo tenía en la mira; pero, antes de disparar, un plasma rojo voló su cabeza. El Paladín rojo tomó del hombro a Zyorg y le dio una fuerte bofetada con intenciones de que reaccionara.

- Si… tienes razón Víctor, no es el momento para…- murmuró Zyorg sobándose su mejilla, viendo a su alrededor en búsqueda de algún aliado, gritó- ¡Ultrior, cuídala!

- ¡Estoy ocupado aquí ahora Comandante!- se quejó Ultrior decapitando hasta el cansancio a los enemigos que lo rodeaban en círculos - ¡creo que su amiga tendrá que cuidarse por sí sola!

- Entonces trabajemos en conjunto Víctor para poder salvar a tu prometida, luego de eso veré… si ella puede seguir con nosotros- dijo con pesar Zyorg. Aquel Paladín asintió con la cabeza.

Las tropas enemigas se acercaron al dúo. Ambos se miraron y, sin decir palabra alguna, se pusieron uno a espalda de otro. Empezaron a dar vueltas en círculos disparando a todos los enemigos, los cuales caían al suelo como si fuesen meteoritos, la danza en círculos de ambos era más que formidable, era magistral. Los demás Acerums, a pesar de que intentaban tenerlos en la mira, no podían dañarlos debido a que se movían con rapidez mientras daban vueltas. Actuando como si fuera un solo ser, se separaron abruptamente para tomarse de los brazos y reiniciar una nueva vuelta logrando matar a los enemigos que estaban a una gran distancia. El resto de los Paladines habían dejado de pelear y el mismo Ultrior miraba con asombro aquel baile que Zyorg junto al Paladín Rojo daban durante el combate, casi sin quererlo, se emocionó ante aquella gracia, aquella armonía de movimientos y también aquel entendimiento que solo los Metales mas unidos podían llegar a tener. Incluso le preocupaba que ese sujeto Víctor se llevase así de bien con su Comandante.

Solo quedaban dos enemigos en pie que estaban igual de asombrados que Ultrior y a la vez también horrorizados. Zyorg vio al Paladín Rojo por un minuto, ambos asintieron con la cabeza soltándose para ir los dos juntos al combate.

Soltando sus armas, Zyorg, le dio una patada al Acerum y el Paladín Rojo lo sujetó por la espalda para desviar a aquel Metal enemigo en dirección a donde estaba su compañero que les disparaba en ese momento. El Acerum recibió de lleno el ataque y Zyorg disparó su cañón de plasma sobre la cabeza del enemigo. La batalla había concluido.

Bajó con rapidez al suelo para convertirse en un ser humano. Su hombro se encontraba todavía lastimado, como también sus piernas y el dolor se apoderaba de sus heridas; pero de todos modos corrió a donde estaba el Paladín rosa.

- ¡ELIZABETH!- gritaba acercándose al Paladín Rosa- ¡por Titanium! ¡sabía que cometía un error! te expuse a un gran peligro. Lo siento mucho de haber sabido… ¡Esta no es tu guerra, es la mía! ¡es mi propia batalla y te estoy metiendo en ella sin pedirte una opinión yo… yo…!

Cuando llegó al Paladín, abrió la compuerta diciéndole a su amada:

- Pero no te preocupes, veré como evitar que sufras este daño otra vez ¡debido a que no sé qué haría sin ti porque yo te…!

Antes de que pudiese concluir toda su oración fue que, para su sorpresa, vio a Víctor en el asiento del piloto completamente inconsciente, Zyorg dio unos pasos hacia atrás sorprendido ante lo que veía, a sus espaldas, sintió la voz de su amada amiga decirle

- Creo que probé delante de ti y de los demás cuan lista estoy para esta batalla James

Zyorg se dio vuelta para ver a Elizabeth en el asiento del piloto del Paladín Rojo

- Y como te dije antes, quieras o no, yo estaré en esta batalla, porque es mi decisión- continuo ella mirándolo con un gran cariño. No era tonta, sabía que las reacciones de Zyorg se debían al terror que sentía por creerla herida y la confusión hizo que la situación se viese peor de lo que era. Bajando del Paladín, Elizabeth, añadió- y por lo visto en este combate, me necesitas más que nunca

- ¡ELIZABETH!- gritó Zyorg corriendo a abrazarla y largar a llorar sobre su regazo, ella lo abrazó y acarició sus cabellos. Ambos estuvieron abrazados un pequeño rato afirmando aquella unión que tuvieron en aquella danza mortal durante el combate.

Por fortuna para ambos, o quizás desgracia, nadie vio aquello porque estaban ocupados sacando a los supervivientes de algunas ruinas. Estando entre ellos una hermosa mujer de cabellos rojos y ojos verdes que se encontraba atrapada sobre unos escombros extrañamente formados, como si fuesen puestos como un adorno antes que ocasionados por el ataque.

La mujer al ver al paladín de Metal sonrió diciendo

- Oh gracias ¡mi héroe!


Load failed, please RETRY

État de l’alimentation hebdomadaire

Rank -- Classement Power Stone
Stone -- Power stone

Chapitres de déverrouillage par lots

Table des matières

Options d'affichage

Arrière-plan

Police

Taille

Commentaires sur les chapitres

Écrire un avis État de lecture: C31
Échec de la publication. Veuillez réessayer
  • Qualité de l’écriture
  • Stabilité des mises à jour
  • Développement de l’histoire
  • Conception des personnages
  • Contexte du monde

Le score total 0.0

Avis posté avec succès ! Lire plus d’avis
Votez avec Power Stone
Rank NO.-- Classement de puissance
Stone -- Pierre de Pouvoir
signaler du contenu inapproprié
Astuce d’erreur

Signaler un abus

Commentaires de paragraphe

Connectez-vous