Chapitre 7: Confuso
"Fwaaa… Nunca me había sentido tan lleno de vida como en este momento." Había cumplido con la rutina que recordaba bastante bien, me hice el desayuno mientras miraba algo de televisión, me di una ducha, me puse el uniforme, y salí de casa para ir en dirección a la escuela por la misma ruta de siempre.
El paisaje iba cambiando constantemente mientras avanzaba, siendo que había muchas diferencias a en comparación con lo que ya recordaba, y eso mismo hacía que la sonrisa que tenía se hiciera más grande ya que me dejaba aún más claro que la horrible situación en la que me encontraba había terminado. La hora y el lugar exactos me indicaban que era el momento en el que la figura de Lisa aparecería tropezando justo frente a mí, pero a pesar de que esperé unos cuantos minutos, nada de eso pasó, lo cual hacía que mi buen humor de antes se volviera todavía más grande.
"Perfecto… Aunque ahora que lo pienso… Ya es algo tarde." Había comenzado a correr con todas mis fuerzas, lo cual también era algo extraño para mí ya que, debido al accidente, eso ya sería suficiente para cansarme después de unos minutos, pero para mi sorpresa, pude llegar hasta la entrada de la escuela sin muchos problemas. "Sigh… Menos mal que estaba cerca, ahora creo que iré a la sala de maestros… otra vez."
Había sido el último en entrar antes de que se escuchara la típica campana que indicaba el inicio de clases, pero a diferencia de esos alumnos que se apresuraban para llegar al aula, la calma de mis pasos delataba que ese no era mi objetivo.
Una puerta se cernía frente a mí y simplemente la abrí para que la imagen frente a mí fuera cambiada por la de una habitación llena de escritorios con documentos y adultos trabajando o yendo de un lado para otro.
"Disculpen, estoy buscando..." La única idea era alzar un poco mi voz para que se dieran cuenta de mi presencia, pero antes de que terminara con mis palabras, una de esas figuras pareció reconocerme.
"Oh, eres tú, Dylan. Que alegría que hayas vuelto." Un hombre relativamente joven había alzado su vista una vez que escuchó mi voz y se levantó de su asiento para acercarse a mí y saludarme con bastante entusiasmo… Pero a diferencia de su actitud que podía compararse con la de alguien que no había visto a un amigo en mucho tiempo, había un solo pensamiento en mi mente.
'¿Quién es él?' Si me lo preguntaran, diría que tal vez se trataba de algún profesor de mi escuela, no conocía a todos ya que no ponía mucha atención en ello, pero por la manera en la que actuaba y se comunicaba conmigo, demostraba que yo no era un extraño para él.
"Tu madre ya me comentó que volverías hoy, creo que fue mala suerte sufrir aquel accidente, caerse por las escaleras debe ser doloroso, pero espero que comiences tu segundo año de preparatoria con fuerza, ven, vamos al aula." Había una simple sonrisa en el rostro de ese hombre y su impaciencia posiblemente se debía a que ya era tarde, pero se había dado la tarea de esperar por mí. Tal vez apreciaría un poco eso, pero ahora mismo, mi mente estaba siendo atormentada por un cumulo de confusión bastante característico.
'¿Escaleras?, ¿segundo año?' Parecía que de nuevo había vuelto a ser involucrado en una extraña situación, por lo que necesitaba entender qué estaba pasando en realidad. "Disculpe, ¿qué quiso decir con…?"
"Lo siento, puedo contestar cualquier pregunta más tarde, pero ya es hora de la clase, Dylan. Hay que apresurarnos." Mi intento había sido interrumpido por la voz del que podía suponer se trataba de mi profesor encargado, y como no tenía otra opción, mis piernas solo pudieron seguir a aquella figura esperando que pudiera responder de alguna forma las preguntas que estaba apareciendo en mi mente.
...
"Buenos días, disculpen la tardanza, todos vayan a sus lugares, por favor… ¿Dylan?, ¿qué haces ahí?, pasa, ya voy a iniciar la clase. Puedes tomar el asiento del fondo." La mirada del profesor estaba concentrada en mí ya que me había quedado parado justo en la entrada, mi ceño estaba fruncido debido a la situación, y como en todos los momentos de completa confusión, solo podía acudir con alguien en busca de una explicación.
'No entiendo nada. Autor, ¿qué está pasando?'
'¿Qué te hace pensar que yo sabré algo si tú no lo sabes?, no soy una especie de Dios o algo así, reprobé ese examen.' Como siempre, y sin entender de qué hablaba el autor, volví a la realidad con las manos vacías.
"¿Dylan?, ¿Sucede algo?" Mi pequeña distracción fue notada por el profesor, pero decidí actuar lo más "normal" posible hasta que algo me dijera qué estaba pasando en realidad.
"No, no sucede nada, tomaré asiento."
...
La clase pasó con relativa normalidad… Eso sin contar que no prestaba atención ya que no entendía lo que sucedía y ni siquiera reconocía a los que se supone que eran mis compañeros, y así estuve hasta que pude escuchar como sonaba la campana indicando que sería un poco libre para investigar.
"Bueno, es hora del almuerzo, pueden salir." Mis compañeros se levantaron de sus asientos, algunos con la idea de ir a la cafetería y buscar algo de comer, otros se juntaban con su propio grupo de amigos para hablar, mientras que otros, como yo, seguían en su asiento como si esperan algo.
'¿Estaré soñando otra vez?' De acuerdo, esta vez incluso yo sentía ganas de golpearme por tratar de usar esa excusa una vez más, pero nadie podía negar que era lo primero que se pensaría en ese tipo de situación, pero antes de que siguiera con mi debate interno, una voz cerca de mí llamó mi atención.
"Ese accidente sí que te afectó, has estado mirando a todos como si los estuvieras asechando, pero no lo haces bien, pareces un águila así, y ya sabes, siempre es mejor ser una serpiente escondida a la sombra del águila." Cuando me di cuenta, pude ver como alguien se sentaba frente a mí y me miraba con una cara aburrida al mismo tiempo que decía aquellas tonterías que no llegaba a entender.
Se trataba de un chico al que el adjetivo de "común" le quedaba como anillo al dedo, su figura delgada, así como su mirada somnolienta haría que algunos pensaran que necesitaba comer algo o se desmayaría en cualquier momento, y sus ojos oscuros al igual que su cabello algo corto demostraban una imagen bastante aburrida.
'No sé quién es este idiota, pero siento ganas de golpearlo.' Honestamente… Ese fue el primer pensamiento que apareció en mi mente por alguna razón.
"Tierra a Dylan, estás raro amigo. Ayer que fui a tu casa estabas como siempre, ¿te sientes mal?" Su manera tan despreocupada de hablar conmigo me había dicho que también debería conocerlo de algún lado, pero al igual que con el profesor, nunca había visto a ese chico en mi vida.
"¿Quién eres?" Tal vez no lo pregunté de la mejor manera, pero era exactamente lo que necesitaba, una respuesta… Pero no recibí nada de eso.
"Ya sé que te debo dinero, pero ¿no crees que exageras olvidándote de mí?... Ya que sacas el tema, no te sobra un poco de efectivo, la semana ha sido dura y ya sabes, tengo que vivir y eso." Solo lo miré tratando de adivinar de qué estaba hablando ese sujeto a la vez que sentía que de verdad no debería relacionarme con él, pero antes de que respondiera cualquier cosa, una nueva voz que parecía la de una chica se escuchó por todo el lugar.
"¡Alex!, no te escaparas esta vez, idiota, ¡devuélveme mi dinero, maldito saco de huesos!" Los insultos eran bastante característicos a su manera, y por la dirección a la que iba esa voz, me di cuenta de que el "Alex" del que hablaba, se trataba del chico que estaba justo frente a mí.
"¡Rayos!, nos vemos más tarde, Dylan, tengo que correr ahora." El chico dejó su asiento casi a la velocidad del rayo, y justo en esa misma posición, ahora se encontraba una mano extendida, y si Alex estuviera ahí todavía, seguramente su cuello estaría atrapado entre esos dedos.
"¡Tch!, se escapó." La molestia era bastante clara en la voz de esa chica, pero antes de que empezara con una persecución para atrapar al chico llamado Alex, su vista se giró en mi dirección y dijo unas simples palabras antes de salir corriendo del aula. "Es bueno verte de nuevo por aquí, Dylan, nos vemos después. ¡Ven acá Alex!"
Una vez que la habitación volvía a recuperar la relativa calma de antes, una única idea se había formado en mi mente.
"Bueno… Tal vez debería entender que está pasando… O escapar de aquí…"
L’AVIS DES CRÉATEURS 
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CelestialAuthor Escapar siempre es una opción.
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