Chapitre 29: Una prueba individual
Verlo triste era ver al mismo Héctor, camine donde estaba y me tumbe en el piso, pero al estilo japonés, con mis manos toque sus mejillas y le pedí que me viera a los ojos, claramente alzó la cabeza pero no la mirada, sentía que se burlaba de mi y chocando mi dedo índice en su frente lo hize reaccionar.
Al principio se enojó con su típico "Qué demonios" pero cuando iba a seguir hablando se quedó callado, por lo menos ya me miraba, así que tome aire y le dije
Karla: primeramente, estoy bien… pero Tomas me prohibió por un buen tiempo las cosas dulces, saladas y picantes -hago una pausa para ver si habla- segundo, mi problema hormonal no es grave, aunque no creo que sea eso lo que tenga así.
Quería que por lo menos riera de mi tontería, pero verlo aún así sólo me hizo verlo fijo y usar los métodos que usaba mi madre en mi
Karla: a ver.. ¿Fue tu culpa lo del covid?.
Alejandro: obvio que no -voz baja-.
Karla: Hmmm ¿Es tu culpa lo del científico?.
Alejandro: no, no lo es.
Karla: ¿Entonces que es tu culpa?
Alejandro: ni yo mismo lo se, es que…. Siento que tengo culpa.
Karla: ok si, te pasaste con el castigo por mi descuido, pero no significa que estoy mal, que lo debo dejar un tiempo Si, pero eso no es el fin del mundo; siento que te culpas por cosas que no deberías culparte y eso en parte me enoja.
Verlo reaccionar y darme al fin mi examen me hizo pensar que por fin entendía que se ahogaba en un vaso de agua y se culpaba de cosas que sólo suceden, cuando al fin subimos a la casa un mensaje le llegó y con la misma se alistó.
Yo aún estaba en recuperación así que no me podían llamar, pero si me habían dado una pequeña misión con los Beta exceptuando a Isaac y Miguel que me cubrirán a mi.
Lo vi listo para irse, pero se detiene y se voltea para verme mientras recupera su confianza y hace su gesto de firme dice
Alejandro: más te vale comer bien, porque si tus Betas fallan te tocará otro regaño, pequeña.
Por que me dijera el mismo apodo que mi hermano me hizo reír, sólo le sonreí y le dije que estaba de acuerdo. Aunque estaba más que nerviosa mi misión era muy fácil comparada con la de ellos, era un reporte de carnívoros voladores, aunque no eran muchos, pero igual un grupo de 5 y que volarán cerca de acá era algo que incomodaba.
Mi misión era vigilar los cuernudos y los calvos, era el apodo que les puse a los otros dinosaurios herbívoros del lado de Alejandro, habían puesto los cuernudos 2 huevos y los calvos 4 huevos, volvimos a contar la manada y notamos que se habían encontrado con otros 3 de cada grupo.
Cuando los vi me dije interior mente: ustedes no pierden el tiempo, si que estaban desesperados por tener sexo -suspiro-.
Aunque no podía culparlos, con tanta amenazas creo que les era necesario buscar una hembra y seguir con la otra generación, tome fotos y las subí al blog mundial, al parecer no eran los únicos que estaban deseosos de pasión; por lo pronto debíamos estar atentos a los huevos y los adultos.
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