Día siguiente.
6:30 AM.
"Mnnh..."
Yasaka se movió un poco para gemir por el placer posterior en cada parte de su cuerpo.
Ella abrió sus ojos y vió que estaba acostada sobre el pecho de Alexander.
'Mi amor es realmente la mejor almohada que pudiera pedir, tengo un poco de celos por todo el tiempo que Olga-sama y las demás disfrutaron esto.'
El cuerpo de Alexander irradiaba constantemente una atmósfera refrescante y calmada, que junto a su olor divino para mujeres como ella, simplemente resultaban irresistibles.
No sólo eso.
Sino que ahora que Yasaka estaba estrechamente relacionada a Alexander, podía sentir una muy pequeña parte de su Energía Interna, que para ella se sentía...
Como un enorme mar azul que no tiene límites a la vista.
¡Así de asombroso era el poder de Alexander para ella!
Yasaka era una persona muy poderosa de por sí, pero en comparación con Alexander... realmente no se podía comparar.
En alguna manera, Yasaka incluso se preguntaba cuál era el límite del poder de su querido.
Ella miró la cara dormida de este, que estaba en su punto más relajada y haciendo leves respiraciones.
'Podría quedarme viendo su cara toda la mañana.'
Entonces, ella acercó su rostro a algunos mechones del cabello de Alexander y olisqueó con profundidad, esta acción formaba parte de su rutina matutinal desde que se levantó con Alexander por primera vez.
El olor del cabello de Alexander era simplemente...
Inimaginable para ella.
Yasaka incluso dudaba que existiera un olor tan... divino, era la única palabra que podía describirlo, en este Mundo.
Ella cerró los ojos y olisqueó el cabello de Alexander hasta que pasaron dos horas más.
Exactamente a las 8:30 AM, Yasaka, todavía tenía una expresión muy renuente en su rostro, pero con un suspiro, se levantó del futón.
*Escalofríos*
Alexander había dejado una marca tan notable en la parte más profunda de su vagina en la noche, que después de que Yasaka se paró, tuvo escalofríos placenteros recorriendo su cuerpo entero desde la punta de los pies, a la cabeza.
Ella incluso se sentía cada vez mejor, casi como si de alguna forma, esto la desintoxicara.
Ella afirmaba que estaba más limpia, de alguna forma, más fuerte, más suave, más enérgica, más... enamorada.
'¿Cómo es posible que me pueda seguir enamorando cada vez más?'
Yasaka estaba incluso un poco preocupada, ella tenía unos niveles de afección hacia Alexander muy altos en este momento... demasiado altos.
Si eso pudiera ser de alguna manera una molestia para él...
'Debería hablarlo con él después.' Yasaka se inclinó y acarició la mejilla de Alexander, 'Me dijo que una de las cosas más importantes en una relación es la sinceridad.'
Alexander pareció subconscientemente sentir las manos de Yasaka en la mejilla, ya que sonrió indefensamente y balbuceó algunas palabras extrañas.
Yasaka se sonrojó, 'Por Dios, ¡me tengo que levantar para trabajar, sabes!'
'¡Hay un límite en lo adorable que puede ser alguien!'
Yasaka miró a Alexander, y asintió seriamente, '20 Minutos más no hace daño.'
Después, ella pasó 20 minutos enteros hasta el último segundo, acariciando a Alexander y chillando internamente con cada una de sus reacciones.
Como una Fangirl...
Justo cuando ella ya había cerrado la puerta corrediza de la habitación por la parte de afuera, Yasaka de repente recordó algo y se sorprendió, 'Es verdad... es el día hoy que llegan los Demonios.'
Hoy, por algún motivo, ella pensó que el día sería un poco diferente de lo normal... y no necesariamente por la visita de los Demonios.
...
Los Demonios habían aclarado que era este día en específico, que se enviaría el grupo especial de "investigación", en aras de la investigación pasiva del incidente que se dió anteriormente en Kyoto, con objetivos completamente suaves.
De hecho, Yasaka podía entender bastante tal alternativa por el simple hecho de que sean los Gremory, el grupo principal encargado de todo este asunto. Los Gremory tenían una fama muy conocida de ser Demonios muy pacíficos, y en nota aparte, cariñosos con sus sirvientes humanos.
Yasaka no vió el punto negativo de algo así, ya que antes, los Youkais Asiáticos también habían tenido varios encuentros con los Demonios y sólo en pocas ocasiones era que terminaban en conflictos beligerantes.
Siendo, casi únicamente, por la propia debilidad de los Youkais, así como también la arrogancia nata que una larga vida, un poder ligeramente alto, una fama muy alta, étc...que tenían sus contrapartes en tales encuentros, ya sean Demonios, Ángeles Caídos, o Ángeles, las Tres Grandes Facciones.
De pronto, casi llegando a su oficina, Yasaka abrió sus ojos grandemente al recordar un pequeño detalle que había pasado por alto, y que podría ser, con superioridad, el más importante de todo el asunto...
'¿Debería mostrar abiertamente a Alex-sama? Y si es así... ¿qué estatus debería tener?'
Yasaka frunció sus labios al no recordar más rápidamente un detalle de tanta importancia como este, pero aún así... estaba algo perdida.
En los ojos de la estación principal de los Youkais Asiáticos, Kyoto, Alexander era abiertamente reconocido como el amante y prometido de Yasaka, la Líder Kyuubi de la Facción, e incluso, ya se corría la voz por todos los Youkais de la Facción "completa", por lo que este tipo de asunto, no era nada problemático en general.
Claro, sólo era así con la Facción Youkai, y sólo era así porque Yasaka era la Líder de la Facción Youkai.
No había un Youkai en esta Facción que creía que Yasaka no elegiría bien a su hombre, y aunque eligiera mal, ¿qué podían hacer?
Yasaka tenía un estatus increíblemente poderoso entre los Youkais de Japón y de cualquier otro lado, y esto decía demasiado de lo singular que ella podría hacer en sus decisiones.
Pero... lo que le preocupaba a Yasaka, eran las demás Facciones y el resto del mundo.
Yasaka tenía dudas de la "vista", que podrían tener de Alexander, como su amante, como su hombre, pero... Yasaka se dió cuenta de otra cosa en este momento.
En realidad... con la Fuerza que ella comprobó que Alexander poseía, y con la que él mismo, con palabras muy sutiles, daba a creer que poseía... Yasaka repentinamente se sintió más relajada.
Lo suficiente como para entrar a la oficina y aunque lo podía notar, tratando de ignorar los ojos acusadores de su mentora.
Alexander era, en palabras de él mismo, su Esposo.
Yasaka, en sus propias palabras, era su Esposa.
Kunou, en sus propias palabras, era la hija de papá y mamá.
Hubo un tiempo en el que Yasaka, incluso con lo poderosa que ella era, todavía tenía pensar cuidadosamente en sus movimientos tanto normales, oficiales, o políticos.
Pero...
Yasaka bajó la mirada y vió el anillo en su dedo.
Ahora tenía un hombre que la amaba con amor ardiente y radiante, un hombre que cuidaría a su hija y le daría un amor paternal tan honesto y desbordado que ni siquiera los padres normales harían, un hombre que en sus mismas palabras, la defendería de todo el mundo si tendría que hacerlo, y que podía respaldar sus palabras.
Yasaka sintió algo extraño en ese momento...
Ella cayó en trance mirando su anillo...
Los latidos de su corazón empezaron a acelerarse y a acelerarse, se sentía una cosquilla placenturienta que la envolvía no sólo en un refrescante abrazo a nivel físico, sino que incluso su alma se sentía abrazada y resguardada.
Yasaka entonces sonrió, sonrió de una forma tan feliz, que justo como decía su mentora...
"Pareces una mujer ordinaria, que es feliz por estar con el hombre que está."
Esto la describía perfectamente.
No era una exageración.
Dejando de lado la apariencia divina de Yasaka, más su brillo aumentado después de conocer a Alexander hasta ahora, ella tenía la apariencia de una mujer floreciente que estaba viviendo en la más pura y dicha que una mujer podía tener.