Chapitre 59: 59
Akira llegó a la casa más temprano de lo que pensé y me dijo que traerá a Yuji para visitar al diseñador del traje de novia, así que nos dirigimos a la casa del diseñador. La casa era muy grande, debe ser muy famoso para tener todo esto que tiene. Akira nos abrió la puerta del auto y vimos caminar a un hombre hacia nosotros, junto a dos empleadas.
—Sr. Akira, es un honor tenerte de visita en mi casa— se dieron un apretón de manos.
—Es un gusto siempre. Te traje a mi prometida. Deberás hacer un buen trabajo, quiero lo mejor para este cuerpecito —dijo acariciando mis caderas.
Miré a Akira de reojo y sonrió.
—Todo lo que hago es perfecto. ¿Cuándo te he decepcionado? Ven por aquí, hermosa dama —me sujetó la mano y me llevó dentro de la casa.
La casa era muy grande, debe vivir con toda su familia. Yuji estaba junto a Akira. Yuji tenía la misma expresión de asombro al ver la casa.
—Ya mismo te la devuelvo, Akira.
Me llevó a una habitación sumamente espléndida. Había telas de todo tipo, trajes, tacones y maquillaje; digno de un hombre como él. Al ser diseñador, debe tener de todo lo que sea relativo a la moda.
—Veamos. Comenzaré a medirte, preciosa. Quiero confirmar que Akira no se haya equivocado con tus medidasb— colocó la cinta midiendo cada parte de mi cuerpo —. Veo que no se equivocó, siempre tiene un buen ojo— rio, y más aumentó mi vergüenza.
—¿Es la primera vez que hace un traje así para Akira?— pregunté buscando conversación.
—Un traje de novia si, me estuvo muy raro que me buscara para eso. Aún estoy sorprendido. En los años que llevo como su diseñador, nunca me había pedido tanto. Debes ser muy especial para él. Para mañana estará listo el traje. El traje lucirá divino en tu cuerpo. Akira va a morir al verlo—es una persona muy alegre.
Al bajar Akira estaba esperándome junto a Yuji.
—Akira, ya para mañana estará el vestido. Estoy seguro que con la idea que tengo, estarás más que satisfecho.
—Estoy seguro que si— se dieron un último apretón de manos.
Salimos de la casa y Akira quiso detenerse en un restaurante para que cenemos los tres. Nunca habíamos venido los tres juntos y me hace sentir muy feliz. Hablamos sobre la boda y le pedí a Yuji que fuera la madrina. Akira decidió que ella y Keita serían los padrinos de la boda.
—Ya está decidido, ahora solo falta que llegue tu mamá para que estemos completos — quería preguntarle si no tiene a nadie de su familia que venga, pero dado a lo que me dijo la otra noche, supuse que sería muy mala idea preguntarle sobre eso.
—Sí, muero de ganas de verla.
—Ya mañana estará con nosotros. Espero acepte nuestro matrimonio —dijo preocupado.
—Espero lo mismo. Nada me haría más feliz que eso— sonreí.
Le sonó el teléfono y se levantó de la mesa.
—Vengo enseguida. Tengo que responder —se fue lejos de la mesa, supuse que es de trabajo.
Me quedé hablando con Yuji en la mesa por un largo rato
Akira
—Jefferson, no sabía que me llamarías tan pronto.
—Sí, Akira. Dimos con la hermana de su prometida. Tenemos fotos de que está viva, aunque la verdad está en muy mal estado. Para sacarla de donde esta será complicado. Una de las organizaciones que su padre maneja, es donde la tienen ahora mismo.
—¿Ahora se dedica al tráfico de personas? Ya veo que hace todo por dinero.
—El problema será llegar a ella. Te enviaré las fotos, necesito que confirmes que sea ella para así poder agilizar las cosas con mis hombres.
—Esta bien, gracias por avisarme. Te debo varias.
—Ya te he hablado sobre eso, Akira. Eres como un hijo para mí.
—Espero asistas a mi boda. Aún no tengo el día, pero pronto lo tenga te confirmo.
—Esta bien, Akira. Me hace feliz que hayas decidido casarte. Eres como mi hijo para mí, sabes que cuentas con mi presencia.
Lisa
—¿Nos vamos?—Akira se acercó y me ayudó a levantar de la silla, pero me sentí un poco mareada y perdí el equilibrio, él no tardó en sujetarme fuertemente.
—¿Estás bien? Vamos al médico— se puso nervioso.
—No, tranquilo. Es sumamente normal. Fue solo un mareo—su expresión me hizo reír.
Se preocupa demasiado por todo. Es normal, después de todo es su primer bebé.
Al día siguiente Akira tuvo que salir temprano, así que fui junto a Yuji y Keita a recoger a mi madre al aeropuerto. Estaba muy nerviosa. Llevo mucho tiempo sin verla y estoy tan feliz de que venga conmigo. Vi a mi madre a lo lejos bajando del avión y caminé a donde ella para abrazarla.
—Mamá, no sabes cuánto te extrañé —estábamos llorando las dos.
—Lisa, mi amor, te vez tan diferente. ¿Cómo has estado?— preguntó preocupada.
—Hablemos de eso en la casa, mamá.
Keita puso las maletas en el auto y seguimos en marcha a la casa. Estuve por todo el camino nerviosa porque no sabía cómo decirle todo lo que ha pasado entre Akira y yo. Ayer sentía las fuerzas y la valentía, pero ahora que la tengo enfrente, me causa algo de preocupación. Al llegar a la casa la senté enseguida, quería salir del paso. Mi cuerpo temblaba y estaba muy agitada y eso le hace daño al bebé.
—Mamá, te quería hablar de varias cosas.
—Dime, mi amor— no sabía qué bomba tirar primero, así que empecé por lo más importante.
—Estoy embarazada.
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