Aurora miró la televisión, observando como los rusos estaban saliendo del portal.
No era los miembros de la primera expedición, sino que eran los investigadores posteriores.
Vladislav se hizo cargo de la situación al otro lado sin tantas preocupaciones y había logrado salvar a la raza Slaran junto a su equipo.
El problema era las repercusiones que tuvieron.
Aurora tenía el informe en sus manos y su mirada era seria.
"Este grupo de investigadores fue enviado para traer todo lo de valor del otro lado y para realizar las investigaciones necesarias antes de que el portal abismal se cerrara." Informó el periodista que estaba cubriendo el portal ruso.
El portal abismal no se cerró de inmediato como lo hizo el primer portal, pero se mostraron rastros de que se estaba cerrando.
La razón no era que la 'misión' del otro lado no se cumpliera, sino que, todo lo contrario.
Se estaba terminando poco a poco y requería tiempo.
¿Cuál era el objetivo del portal abismal ruso?
Si la bondad y la maldad eran uno y siempre había equilibrio, entonces 'salvar' a los Slaran de ese sufrimiento eterno, era la 'bondad'.
A cada momento estaba sucediendo esa salvación.
El mundo al otro lado del portal abismal se había conectado con este mundo y millones de almas estaban cruzando a este lado para finalmente descansar.
Ese tiempo le dio la oportunidad a los rusos que entraran al portal abismal y realizaran las investigaciones que deseaban al mismo tiempo que tomaban todo lo de valor.
Era otra raza y podían tener algo 'agradable' y una 'recompensa' por el trabajo duro de los miembros de la expedición.
Entre los quince miembros, uno había terminado muriendo y pese a que las circunstancias del otro lado fueron descritas como 'inhóspitas', era notable el número de los que regresaron.
Todo eso se debía a la intervención del rango SS, de Vladislav Vasíliev.
"Según los investigadores el portal cerrará esta tarde y si bien hay una atmósfera festiva en Rusia, la seguridad no ha mermado." Dijo el periodista con una gran sonrisa que no pudo ocultar.
El tercer portal abismal estaba a punto de cerrarse por completo y con ello, se alejaba el peligro del otro lado.
Aurora apagó la televisión.
El problema era que quedaba una duda para aquellos que sabían del tema.
¿Cuál fue la enseñanza final que esa existencia que creaba los portales quería dejar?
La duda de que, no había una enseñanza estaba presente y algunos creían que solo fueron utilizados por una existencia de gran poder, como si se trataran de juguetes.
Aun así, Aurora quería encontrar el significado.
Su anciano maestro la instaba a ello y estaba claro, que era importante.
Después de todo, sus maestros cada vez estaban mostrando que no eran normales… Aunque tales detalles siempre estuvieron presentes y en realidad, ella trató de 'normalizarlos' y disminuir esa extrañeza.
Justo como ahora, que suspiró para sí misma dejando de pensar en esos temas.
Encontrar el significado era lo principal y había una razón para ello.
Aurora volvió a mirar el informe que la Iglesia del Tiempo y el Espacio le había trasmitido.
Se había realizado una purificación general en los cementerios, en áreas donde había evidencia espiritual o se podía engendrar 'rencor'.
Hospitales abandonados, mansiones abandonadas, cementerios, aldeas y decenas de otros lugares estaban siendo purificados no solo en Zerzura.
Todo el mundo lo estaba haciendo y la Iglesia del Dios Celestial Zabathza estaba tomando la delantera.
Su dios era conocido como el 'Señor de la Purificación'… Y también según las diferentes teorías, era quien estaba creando los portales abismales.
La razón de tales movimientos, era simple… Las consecuencias.
Millones de almas del otro mundo estaban dirigiéndose a este y si bien la mayoría eran atraídas por el río de la reencarnación, era posible que algunas se quedaran en este mundo.
Según los expertos espiritualistas, la posibilidad de que almas poderosas vagaran por este mundo eran altas y eso significaban problemas.
Era posible que fueran atraídas por muertos y tomaran el cuerpo, hasta era posible que habitaran en mansiones u otros lugares abandonados.
Este mundo a diferencia del mundo original de los Slaran, no era tan fuerte espiritualmente.
Los espíritus necesitaban lugares 'idóneos' para habitar y si se usaba la jerga 'oficial', necesitaban lugares con energía negativa o como los orientales le decían, un lugar con influencia 'yin'.
Básicamente áreas en donde los límites de lo 'espiritual' con el lado 'físico' fuera menos fuerte.
A pesar de que la idoneidad era bajo comparada con el mundo de los Slaran, también había algunos problemas a resolver.
Los espíritus de los Slaran vivieron mucho tiempo de esa forma y habían perdido su racionalidad, lo que significaba que podían ser agresivos.
Si alguno de ello se asentaba en un área, podía crear una verdadera mansión maldita, hasta era posible que los más poderosos tomaran cadáveres como su cuerpo o maldijeran personas.
Hasta era posible que atacaran civiles inocentes o causaran problemas de ese tipo.
Que entraran en el río de la reencarnación significaba que podía 'reencarnar', pero si uno miraba las investigaciones de los magos espirituales más extremistas, entonces vería asuntos extraños.
Usando almas para que tomaran el cuerpo de otra persona, utilizando espíritus para que se apegaran a los mortales y les devorara la vitalidad lentamente.
"Tengo que admitir que no puedo enfadarme." Murmuró Aurora en solitario.
Estaba en su oficina en Zerzura y nadie estaba a su alrededor… No, 'algo' estaba presente como siempre.
—La falta de racionalidad en estos visitantes es un problema, pero las iglesias están actuando para encargarse de que todo se vuelva preocupante.
Su sistema le dijo lo evidente, y si bien era un texto, Aurora podía sentir algo de consuelo en esas palabras.
No podía enfadarse debido a que, si ella hubiera ido a ese portal, trataría de ayudar a los Slaran.
Se enfrentaron al 'Caos' y al darse cuenta de lo aterrador que era, rogaron salvación a sus guardianes, quienes trataron de hacer lo mejor para apoyarlos.
Desconectados de todo, ellos fueron cayendo a gran velocidad y antes de que se dieran cuenta, su raza se estaba extinguiendo.
¿Eso podría haber sucedido en la tierra?
La posibilidad era alta.
¿Qué hubiera pasado si los Guardianes de la Tierra al darse cuenta de que se debilitaban no hubieran pedido ayuda al Dios del Tiempo y el Espacio?
Aurora sabia la respuesta.
La humanidad se hubiera enfrentado a un 'Gran Cataclismo' hace treinta años y no veinte años como lo hizo.
Sin conocimiento y sin habilidades, aprendiendo todo de cero y experimentando todo crudamente.
"Esperemos que las peores situaciones no aparezcan." Murmuró Aurora dando un largo suspiro.
No podía molestarse porque esa raza fue salvada y si bien otros lo hicieron, ella hubiera actuado de la misma manera y lo único que podía hacer ahora era esperar a que no ocurriera lo peor.
Tal como su sistema mencionaba las iglesias se estaban encargando de asegurar los lugares que pudieran atraer a esas almas.
Había demasiados factores que ella desconocía y ahora solo podía esperar lo mejor, agradecida de que la situación no se volviera más grave.
"Solo falta el lado de Cécile, su último informe fue bastante agradable. Se encontró con un aliado del otro lado y eso al menos reduce la posibilidad de masacre." Murmuró Aurora golpeando su reposabrazos mientras se inclinaba.
Aunque los informes no lo dijeran, Cécile se estaba preparando para rescatar a su gente y si tenía que realizar una masacre para lograrlo, lo haría.
Aurora en la posición de esa mujer, haría lo mismo y sería aún peor, si aquellos atrapados fueran individuos cercanos.
Por supuesto, trataría de contenerse, pero el camino no diferiría demasiado.
Sin embargo, tener un 'aliado' de la otra especie que actuara como informante y que fuera cordial al revelar todo lo que sabía, iba a cambiar la situación.
Ella estaba a la espera del informe, ya que la próxima vez que Cécile informara era posible que se revelara lo que verdaderamente ocurría del otro lado y daría pie a que todo terminara.
—No hay demasiado que hacer en ese asunto, solo puedes esperar.
Su sistema mencionó lo evidente y Aurora asintió con calma.
No sabía si el siguiente portal abismal aparecería pronto o se tomaría su tiempo e incluso si el portal abismal europeo tenía que finalizar.
Además, tampoco sabría el lugar en el cual aparecería y eso significaba que no tenía formas de actuar en ese lado.
Solo tenía la confianza de sus maestros quienes habían acertado sobre estos temas.
"En este mes de marzo hay demasiadas cosas que hacer." Murmuró Aurora en respuesta.
No tenía una misión oficial, ni estaba preparando algo de ese estilo.
Las misiones 'arcas' últimamente eran infrecuentes para ella y ningún tema en áfrica requería su atención.
Así que se estaba dedicando al entrenamiento, luchando con su maestra y utilizando su aura de espada de otra forma.
Aun así, eso no significaba que no tuviera asuntos que atender.
Era posible que durante este mes se reuniera con los estudiantes cuando ellos tuvieran su tiempo.
Akira también estaba dedicándose al entrenamiento con su grupo y las misiones que realizaban en Japón, estaban escaseando.
Era por eso que Aurora la había invitado por si deseaba limpiar algunas mazmorras en Zerzura.
Al tener prioridad para las mazmorras, ella podría venir con su grupo y entrenar en diferentes lados.
En cuanto a sus compañeros de trabajo, aunque no había tareas o misiones para hacer, todos estaban preparándose para algo.
Un ejemplo era Alice, quien estaba moviéndose y limpiando mazmorras por su cuenta, claramente apuntando a un objetivo en específico.
Liam por su parte había recibido el aumento de presupuesto y lo estaba gestionando para actualizar y expandir las redes de información.
Todos estaban trabajando y ella no deseaba quedarse atrás con su entrenamiento.
Aurora antes de salir de su habitación, no pudo evitar suspirar.
No importa cuánto trabajo tuviera o todas las cosas que necesitaba hacer, una parte de ella no podía evitar volver a pensar en el segundo portal abismal en Europa.
La situación en ese lugar era incierta y todo dependía de Cécile, quien había asumía el mando.
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Abriendo sus ojos con cierta somnolienta, Cécile miró el techo de su habitación.
Su carpa contenía un departamento privado en su interior y lo había amueblado ella misma, así que podía descansar de forma tranquila en este lugar.
Sentándose en la esquina de la cama, ella no pudo contener su emoción.
Su mente se había despertado de inmediato y si bien se había obligado a descansar para estar fresca, la emoción era lo que perduraba con más intensidad.
Este iba a ser el día en el que ella se movería.
Para rescatar a su grupo, para encontrar el portal abismal y especialmente… Para dar ese paso que tanto había querido dar.
La incertidumbre estaba presente en lo que estaba por hacer y si bien no sabía lo que sucedería con total exactitud, no iba a impedir que nada la detuviera.
Iba a cumplir con su objetivo.
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