Habían pasado algunos días desde nuestra llegada a Hawái y de la declaración de Derek, habíamos paseado, nadado, comido, cenado, disfrutado del tiempo tanto como nos era posible, pues el tiempo para que él comenzara el rodaje se nos venia encima y aun había mucho que planear. A pesar de saber toda la verdad, ninguno de los dos había intentado conversar sobre cuales serian los pasos a seguir. Lo único en lo que ambos estábamos concentrados era en disfrutar de la compañía del otro y en ayudar a los niños a superar el trago amargo que Abigail les había hecho pasar. Sin embargo no hay plazo que no se cumpla y el momento de regresar aunque fuera solo por unos momentos a la realidad se había comenzado a tornar ineludible.
—He decidido llamarle a mi tía y decirle que vamos a casarnos—susurre mientras Derek me entregaba una taza humeante de café. —Creo que si no lo hago ahora, volveré a acobardarme y ella necesita saber… yo necesito que sepa.
Derek se sentó a mi lado y paso su brazo sobre mis hombros para acurrucarme en su pecho, aunque ambos llevábamos el pijama, el aun con esa sudadera holgada lucia como un modelo de ropa interior.
—Sabes que te apoyo, dime que es lo que necesitas y con gusto lo hare.
Escucharle decir eso me hizo tomar valor, le di un beso en la mejilla.
—Quédate a mi lado—musite y sin moverme de su abrazo tome el teléfono que descansaba sobre la mesa de centro. Marque el numero con dedos temblorosos y espere pacientemente a que mi tía respondiera.
—Diga—Al escuchar su voz mi primer instinto fue colgar, pero tras respirar profundo hable:
—Hola, tía—salude con la mayor naturalidad posible—. Lamento no haber podido enviarte más que un mensaje cuando llegamos pero ha sido un poco caótico.
—No te preocupes cariño, dime, ¿Te estas divirtiendo? —Sonreí al evocar los recuerdos de nuestros días.
—Si, mucho tía… ya quiero que llegues, hay tanto que deseo mostrarte, además quiero que seas la primera en saber que… Derek me pidió matrimonio y dije que si.
Escuche claramente que el auricular se cayo de su mano y comencé a reírme.
—¿Te vas a casar? —pregunto aun incrédula —Te vas a casar… Elaine, hija, que feliz estoy por ti.
—Gracias tía, de hecho cuando llegues necesitare tu ayuda, hay mucho que planear.
—Por supuesto que si. Cuenta conmigo, ya casi termine de empacar y estaré ahí en un par de días.
—Si… tía, hay algo mas que quiero decirte:
Inconscientemente apreté los ojos y comencé a hablar. Le conté sobre Sebastian, sobre el hospital… sobre mi hermana.
—¿Por qué no me lo dijiste?, mi niña, podía haberte ayudado, no tenias que sufrir todo sola—dijo una vez termine mi relato. Sonreí por su tono maternal y suspire.
—Lo lamento tía, era algo con lo que tenia que lidiar por mi misma.
Tía Anneth permaneció en silencio durante un momento. Conocía bien la razón de su preocupación, yo había estado lidiando con ello en silencio también. Pensar en como manejar el asunto con mi hermana, me había quitado el sueño… aunque Derek había ayudado un poco también…
—¿Vas a confrontarla? —La pregunta de oro, la razón de mis desvelos había sido convertida en pregunta y mi tía acababa de formularla.
—No lo sé, aun estoy pensando en si debo o no hacerlo de forma directa… quizá simplemente podría tratar de investigar un poco más, antes de tomar una decisión.
—Tienes mi apoyo, Elaine, lo sabes… solo te pido que no olvides que es tu hermana de quien estamos hablando… tu sangre y tu carne.
Permanecí en silencio; era precisamente por eso que su traición dolía mucho mas de lo que podía expresar.
Aunque Derek había permanecido conmigo durante todo la llamada sin decir palabra alguna, noto enseguida el cambio en mi animo y comenzó a acariciar el dorso de mi mano con la punta de sus dedos, captando así mi atención. Le sonreí y sin hacer mucho ruido para no incomodar a mi tía, lo bese con suavidad en los labios. El tacto me reconforto de inmediato.
—Lo sé, hablaremos de ello cuando llegues tía, estoy cansada… te iremos a recoger al aeropuerto, no olvides empacar tus medicinas, te amo…
Tía Anneth rio y colgó después de enviarme un beso.
Me levante del sillón y me senté sobre el regazo de Derek, sorprendiéndolo un poco, enrolle mis brazos alrededor de su cuello y lo mire directamente a los ojos, era un poco tarde así que los niños dormían plácidamente, por lo que fui directamente por sus labios, el casto y tierno beso que acababa de darle hace unos minutos se transformo en un beso lleno de necesidad que él inmediatamente correspondió. Sus labios abandonaron los míos y comenzaron a recorrer suave y lentamente mi cuello mientras sus manos recorrían mis piernas por encima de la bata del pijama.
—Vamos a la habitación—pedí con media voz, debíamos ser cuidadosos para no despertar a los pequeños, me preparaba a levantarme de su regazo cuando él me tomo en brazos, me reí fuerte al ver la facilidad con la que me levantaba, me cubrí la boca con la palma de la mano—. Deberías dejarme caminar de vez en cuando—dije mientras colocaba mis brazos detrás de su cuello.
—No es necesario, me encanta cargarte, te sientes tan ligera y suave entre mis brazos…
La puerta de la habitación estaba abierta así que entramos y yo cerré la puerta tras nosotros.
Derek me deposito suavemente sobre la cama y acaricio mi mejilla con su mano. Desde aquella noche de su declaración no habíamos conversado sobre nada serio, creo que ambos teníamos deseos de dejar el mundo atrás y simplemente disfrutar, disfrutar de nuestro amor y de la paz, pero como todo en la vida, no se puede huir de las cosas malas para siempre.
—Elaine… Carter estará aquí mañana para comenzar con las reuniones de producción el próximo lunes—informo mientras se inclinaba para comenzar a quitarme las pantuflas de los pies. Sonreí por su acto, Derek se levanto para comenzar a deshacer el nudo de la bata y retirarla poco a poco de mis hombros, sus ojos brillaron al ver que traía puesto un camisón de tirantes bastante pequeño—. Olvida lo que dije… no importa—se sentó junto a mi y sus labios tomaron los míos. Teníamos el mismo pensamiento, pues desde aquella primera vez a ambos nos costaba trabajo mantener las manos alejadas del otro, era como si, tuviéramos una necesidad apabullante por tocar al otro.
Continuamos besándonos y acariciándonos hasta que los dos terminamos rendidos en la cama, la actividad nos había hecho sudar bastante así que decidimos tomar un baño de tina, y aunque los dos estábamos intentando concentrarnos en el baño… de nuevo las manos traviesas hicieron lo suyo.
—Creo que ha llegado el momento de comenzar con los planes de la boda—musitó Derek junto a mi oreja haciéndome cosquillas.
Sonreí y lo observe dejar el cepillo con el que estaba desenredando mi cabello a un lado de nosotros en la cama.
—Se supone que esa es mi frase—dije mientras me giraba hacia él y enrollaba mis brazos alrededor de su cuello —. De hecho pensaba decirte lo mismo, he estado mirando vestidos de novia en internet y creo que tengo el perfecto, pero… hay que pedirlo y probablemente tarde un par de semanas en llegar.
Derek me miro y toco mi nariz con la punta de la suya.
—¿Aun deseas casarte aquí?—Asentí como respuesta — Pues entonces, pide el vestido… grabare todas la escenas y nos casaremos antes de que se reinicie la agenda de grabación en Miami.
Parecía una buena idea, pero me preocupaba que la agenda de grabación se retrasara de nuevo por causa mía, aunque Derek no dijera nada al respecto aun, sabia en el fondo que, Carter Collins debía odiarme por haber provocado que él decidiera de pronto abandonar todo en Miami y venir a Hawái.
—Podemos casarnos en cualquier parte, no necesitas seguir postergando tu trabajo por mi, no es bueno…
Derek me miro al escucharme decir aquello y sin decir palabra alguna tomo mis piernas por los muslos y me sentó ahorcajadas sobre su regazo, sus labios tomaron los míos y me beso como si hubieran pasado siglos desde la ultima vez que nuestros labios se habían tocado, su lengua saqueo mi boca con una ferocidad que rápidamente me dejo sin aliento y con la cabeza dando vueltas.
—Mi carrera no importa, Carter no importa… Elaine, tu y nuestros hijos son la único para mi
Escucharlo decir aquello me hizo sonreír y desear haber podido conocerlo antes.